Es la leche en bote. Me cuentan que no pierde una, que está a la que
salta, que no da puntada sin hilo, que incluso había enviado a alguno de
sus propios al debate a tres que tuvo lugar en Ferraz para poner en un
brete a
Madina y apretarle las tuercas a
Sánchez para que espabilara y no se dejase comer el terreno. La
Gran Susana está ejerciendo desde hace unos meses de
Gran Hermana de
Orwell para controlar todo lo que se mueve en el PSOE. No es de extrañar que los tres candidatos que aspiran a suceder a
Alfredo Pérez Rubalcaba al frente de la Secretaría General, ya saben,
Pedro Sánchez,
Eduardo Madina y
José Antonio Pérez Tapias,
agoten estos últimos días de campaña recorriéndose varias provincias
andaluzas donde saben que están los votos que ls pueden dar la victoria.
Como es normal,
Pérez Tapias cerrará la campaña en su ciudad, Granada, y
Eduardo Madina en la suya, Bilbao. Lo que ya no es tan normal es que el gran aspirante,
Pedro Sánchez,
no lo haga en su Madrid natal sino en Sevilla, y precisamente en el
Muelle de las Delicias, frente por frente y a escasos metros del Palacio
de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía.
¿Casualidad? Ni mucho menos. Como en tiempos de
Franco, todo está
atado y bien atado para que los actores representen el papel que les ha
escrito la jefa sin saltarse ni una coma del texto.
Y es que hay
que ver como han cambiado las cosas. Hasta hace aproximadamente un
lustro en del PSOE de Andalucía no se movía una hoja sin que Madrid lo
autorizara. Ya vieron lo que le pasó a
Rafael Escuredo y a
José Rodríguez de la Borbolla por
saltarse el guión dictado por Ferraz, que fueron defenestrados si
piedad y apartados del partido siendo arrinconados en sus despachos de
abogados o de la Universidad.
Manuel Chaves, que tenía la lección
bien aprendida, interpretó a la perfección el libreto y se matuvo fiel y
disciplinado a las directrices marcadas por Madrid. Pero llegó
José Luis Rodríguez Zapatero y
con él el desastre no sólo para España y su economía sino también para
su propio partido. De hecho, una vez que Chaves y Zarrías emigrarona
Madrid,
Pepe Griñán dejó de ser la correa de trasmisión de la
Ejecutiva Federal y comenzó a jugar sus bazas por su cuenta, que a veces
chocaban frontalmente con las directrices de
Rubalcaba. Mientras
Ferraz (sede Federal del PSOE) iba perdiendo fuerza,
San Vicente (sede
regional del PSOE-A) la iba ganando. Un santo le arrebataba el poder a
un general, presidente del Gobierno y alcalde de Madrid, y eso pese al
laicismo del PSOE.
El caso es que desde el pasado mes de septiembre, fecha en la que
Susana Díaz heredó la Presidencia de la Junta de manos de
Pepe Griñán,
y posteriormente a la Secretaría General del PSOE-A, las tornas han
cambiado por completo. Si antes lo que decía Ferraz iba a misa, ahora lo
que dice San Vicente por boca de su lideresa es aceptado por todos como
palabra de Dios, o mejor dicho, de diosa. Por eso hemos de estar
atentos a lo que ocurrirá el próximo domingo, y no porque vaya a haber
sorpresas, que no las habrá con la inapelable victoria del protegido
Pedro Sánchez,
sino para comprobar hasta donde llega el poder de Susana. Más de
cuarenta y cinco mil miltantes socialistas andaluces tiene derecho al
voto, una cifra que supone aproximadamente la cuarta parte del total de
la militancia española. Con que sólo la mitad de ellos decida no irse a
la playa y acudir a as urnas a ratificar lo que les ha indicado su jefa,
("Yo no apoyo a nadie, el PSOE andaluz no tiene ningún candidato
oficial", ha dicho Susana con la boca pequeña), Sánchez llegará al
congreso extraordinario de finales de mes con todos los ases en la manga
donde Andalucía, Madrid y Valencia reunen a casi la mitad de los
delegados.
Con Sánchez como teórico jefe del PSOE y con Susana
moviendo los hilos de la marioneta con el mado a distancia desde
Sevilla, todo está dispuesto para las verdaderas primarias del otoño en
las que se elegirá al candidato o candidata del partido a la Presidencia
del Gobierno. Es ahí, y no antes, donde Susana jugará su partida más
importante. Ya veremos lo que ocurre y si también esta vez sigue
importándole más Andalucía que sus propias aspiraciones políticas.
Tiempo al tiempo .
Lea AndalucíaCrítica>>