La cuesta de enero en casa de los Pujol

Acabamos de conocer que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) llama a declarar a la familia Pujol el próximo 27 de enero por la investigación que se lleva a cabo a partir de la confesión del expresidente sobre el dinero de la familia sin regularizar en el extranjero durante tres décadas.

El expresident y ex "Muy honorable" no empezará muy bien el años. Y ante este tribunal, no como la comisión del Parlament, sí que tendrá que definir, profundizar y sobre todo explicar la procedencia de su fortuna. Nada de evasivas sobre herencias desconocidas, sobre expolios de Banca Catalana, o que si él era rico ya antes de ser president. Que sí, que eso lo sabemos, pero lo que no sabemos es la extraña y no tan extraña relación directa entre el enriquecimiento del patrimonio familiar y las concesiones institucionales con conceptos poco sostenible. Señor Pujol, si usted este verano soltó la bomba que detonó su prestigio y lo hizo estallar en mil pedazos, si usted señor Pujol se mostró iracundo e insolente ante el Parlamento que usted defendió en años de dictadura y que presidió en años de democracia, es el momento que nos indique las razonas por las que debemos volver a creer en usted. Porque yo creía en usted. Siempre he contado que nunca vi a ninguna figura pública ser objeto de tantas fotografías, de tantos admiradores de distintas edades, de distintas condiciones. Quien coincidiera con usted se convertía en testigo de como jóvenes menores de edad reclamaban su atención, así como señores de edad más avanzada que la suya.

Señor Pujol, incluso un día me dio una "lección" de semántica en cuanto a lo que significaba el término: aclamación popular. Le expliqué que la gente me pedía que le hiciéramos la propuesta de acompañarnos cada mes con una hora dedicada a sus comentarios. me lo dijeron en la pecera de la radio , mientras usted atendía la entrevista. Me dijo aquella mañana ante su amigo y compañero de integración, Luis del Olmo, " lo que unos pocos piden es un comentario, ante lo que una sociedad reclama señalándome a la balconada de la Diagonal, eso sí es una aclamación popular.. Esa es la diferencia "noi". Pues ahora tiene una aclamación popular ante usted. Su sociedad, la que tanto le ha admirado, le reclama que explique, que nos explique no el qué, sino el por qué; el por qué ahora. El resto lo podemos imaginar. Lecciones que estábamos encantados de recibir- anécdota que he contado en numerosas ocasiones-. Pero ya no toca como diría usted.

Sabemos, por los datos que han salido, que su prole no tenía mucho interés en la sociedad catalana, lo que tenían eran muchos intereses, pero usted...creíamos que usted era diferente. Así que le pido una última acción de responsabilidad civil como tiene un president, mueva aquel árbol del que habló en la comparecencia, y haga que volvamos a creer.
 Eso sí, a ser posible traiga el dinero.