El maná de mayo comienza con los sindicatos

Tras una dura travesía de tres años por el desierto los dos grandes sindicatos de este país han conseguido que el maná electoral les llegue en forma de acuerdo " salarial" para los parados de larga duración, esos 425 euros mensuales hasta que pasen las elecciones de mayo y que intentarán parar la penuria extrema de unos 400.000 hogares. Mariano Rajoy casi se ha convertido en el Yahve de Candido Mendez e Ignacio Fernandez Toxo que penaban por el páramo de los escándalos y la desafección obrera y social al igual que describe la Biblia que hacían Moisés y Aarón, tras la salida del cobijo de los faraones.

El presidente del gobierno les ha vuelto a colocar en el escenario del que habían salido por sus propios y continuados errores para ayudarles y para ayudarse. Podía haberles ignorado y haber aprobado la nueva ayuda sin necesidad de ningún pacto, ni ninguna firma con foto incluida. Podía haberles llevado al total ninguno y no habría habido contestación ciudadana por ese hecho. Rajoy defiende el esquema de poder y el reparto de papeles que se hizo carne en la Transición y prefiere lo malo conocido a los sustos de Podemos si la formación de Pablo iglesias da el paso y aterriza en el ámbito sindical con el mismo discurso político de la "casta", pues el término dirigido a los partidos puede utilizarse de igual manera con la mayoría de los dirigentes sindicales.

Mendez y Toxo, UGT y CCOO están más encadenados que nunca al poder político y al gobierno de turno. Su falta de libertad, sus necesidades económicas para sustentar sus respectivas estructuras ante la escasez de aportaciones de los trabajadores, están en la base de su pérdida de protagonismo ante los sectores que dicen representar y ante la sociedad española en general. El líder del sindicato socialista, que tendría que haber dimitido hace muchos meses ante el escándalo con muchas mayúsculas de los Eres andaluces se ha limitado a anunciar su marcha para dentro de doce largos meses. Un tiempo " prudente" para protegerse tras las siglas de su formación ante posibles acusaciones judiciales. Por su parte, el líder del sindicato que fue una vez comunista lo tiene un poco mejor que su compañero de fatigas y no menciona fecha de caducidad, pero debería hacer bueno el refrán de las barbas del vecino y poner su propio bigote a remojar. Los tiempos ya han cambiado y no hace falta que los cante un nuevo Bob Dylan.

El viaje que ha emprendido el doble presidente de los populares hacia las urnas del año que viene necesitaba de compañeros de viaje conocidos, fiables en su comportamiento y dispuestos a tirar del carro si las ruedas de la crisis se enfangaban en algún barrizal inesperado, de esos que se producen cuando un temporal financiero o una crisis internacional de materias primas te pilla con el uniforme de secano y sin paraguas. Ese es el puesto y el papel que les corresponde a los dos líderes y a sus cuadros de mando. Y lo saben y lo aceptan. La ayuda de 425 euros y su "papel" en la firma les desactiva durante esos seis meses y casi con seguridad les mantendrá en esa postura cuando pasen los idus de mayo y desde el gobierno y sobre todo desde el palacio de La Moncloa se comience a trabajar en los de diciembre de 2015, para los que si la economía de Luis de Guindos acompaña y los fondos de Cristobal Montoro dan para ello, a buen seguro que habrá una ampliación de las ayudas para los que están en situación de exclusión social.