La canciller alemana no tiene la misma percepción que los mercados respecto a la cita clave de esta semana. Ayer, al ser preguntada si describiría como "la semana del destino" para el euro estos días en los que se espera que el Banco Central Europeo anuncie el programa de compras de bonos soberanos y que Grecia elija a un nuevo Parlamento, la canciller se mostró en desacuerdo. "No llamaría a esta la semana del destino para el euro. Siempre he dicho que la crisis de la zona euro todavía no ha sido superada por completo. Eso pasaba la semana pasada, en las últimas semanas del 2014 y también sucede durante estas semanas", indicó. También sostuvo que el BCE tomará su decisión el jueves en completa independencia. Pero el banco central alemán sí está preocupado por un programa de compra de deuda pública que lo deje expuesto a pérdidas. Según fuentes cercanas a la institución, el Bundesbank está trabajando en una iniciativa de última hora para limitar la emisión de dinero por parte del BCE, esperando suavizar el borrador o retrasar las decisiones sobre aspectos clave que puedan adoptarse más allá de esta semana. Alemania continúa pidiendo garantías. Entre las barajadas, una probable medida que obligue a los bancos centrales nacionales, y no al BCE, a asumir parte del riesgo de comprar la deuda de los estados miembros de la zona euro. Desde mañana, el consejo ejecutivo comenzará a discutir qué y en que cantidades se realizaría el programa de compra. Cabría la posibilidad de que ya se haya tomado la decisión pero falten los detalles, el plan. Si el jueves se decidiera posponer el anuncio del plan, el presidente del BCE podría evitar un enfrentamiento con el presidente del Bundesbank y sus partidarios, pero lo que no evitaría sería una peligrosa reacción del mercado.
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