En
La Casa de La Portera se representa cada miércoles -por ahora-, 'Periodo de
Reflexión', un texto de Sergio Martínez Vila que dirige Camilo Vásquez y con un asunto tan viejo como
el hombre, casi eterno, como tema de fondo: la trata de blancas, la
prostitución de mujeres que, a miles, vienen a España y a muchos otros países ricos,
engañadas, obligadas, ilusionadas, buscando un trabajo, queriendo huir
de una realidad que no les gusta, para
acabar metiéndose involuntariamente, a la fuerza, en otra muy distinta
que está aún más cerca del infierno que
de los sueños rotos.
Ellas,
actrices y personajes, son las protagonistas: Fabia Castro es Nerea, española,
joven y drogadicta, que se fue de
casa "a buscarse la vida" con 13 años; Carolina Clemente es Juana,
la mujer policía; Marta Malone es la madame
rumana, más fría que un bloque de hielo
y aficionada a los horóscopos; Viridiana Moreno es Gaby, joven latinoamericana que sueña con tener algún día un baño grande y a la que le encanta
el color rosa y, por último, Mikeka N'Shimbi es Joy, congoleña, con un hijo que
ha dejado en su país. Las cinco actrices
están estupendas y convincentes en sus papeles respectivos, en
especial Mikeka N'Shimbi, espléndida.
Conozco
muy bien el tema porque hace unos años -siete exactamente- escribí un libro con
forma de gran reportaje que acaba de reeditarse en una nueva editorial y que,
además, puede encontrarse en formato electrónico ('Prostitución: Vidas quebradas', Ed. ViveLibro, 2015). Lo traigo a
colación porque aquello que investigué
primero durante dos años y que luego publiqué, no era ficción, como podría pensarse de este montaje
y, sin embargo, las dos realidades descritas se parecen como una gota de agua a
otra gota de agua. Desgraciadamente, montaje y libro tienen toda la actualidad
del mundo y, lo que es aún peor, seguirán teniéndola durante muchos años.
Ficción
y realidad
'Periodo de reflexión' comienza en una
comisaría de policía en la que Joy, la
mujer de color, con mirada desconfiada, es interrogada por la mujer policía. En
la escena siguiente, conocemos a la madame del club, que se dirige a una de sus
chicas en estos términos para... digamos incentivar la producción: "los clientes
tienen más dinero y tú menos deudas... No estás aquí para beber, sino para
follar". Habla con Joy, a quien llama
directamente Negra (como ven, un
prodigiode delicadeza),al tiempo que leda instrucciones para tratar a los clientes: "Luego te pones coca
para espabilarte. Aquí se duerme de 12 a 6".
Si
creen, hasta aquí, que este es un tema muy duro, no han hecho más que empezar.
En el siguiente acto, ya dentro del club, la madame presenta a las tres chicas
ante los hipotéticos clientes (los espectadores) como si se tratara de tres
purasangres del hipódromo (creo, incluso, que los propietarios tratan a los
equinos con mucha más delicadeza). La chica latinoamericana canta "la pollera amarilla". Y algunos espectadores ríen. Como sé que esto
no es ficción, me pongo especialmente tenso e irritado con quienes celebran el
tono, la letra y la melodía...
Pero
sigamos la acción sobre el escenario. Prosigue el interrogatorio, de Joy. La
policía le sugiere un periodo de restablecimiento y reflexión, recogido en la Ley
de extranjería, para no volver a su país.
La mujer congoleña empieza a abrirse a la agente. Le cuenta que tiene 30
hombres por noche, que no gana ningún dinero, que le pegan, la violan, y que le
hacen mantener sexo fuerte, y que no distingue la noche del día ("siempre
noche..., con los visillos corridos"). Le pide a la policía, con lágrimas en los
ojos, que encuentren a su hijo. La
policía se emociona profundamente al escuchar a Joy.
Avanza
la historia con las quejas de la madame ante Nerea y Gaby porque el negocio no
va bien, que ellas no valen nada ("¡Putas!... ¡no valéis ni para levantársela a
un perro!). Las maltrata también físicamente... La acción funde a negro y entra
la policía con tono abatido y desesperanzado y habla sola para decir que muchas
mujeres vienen ya con traumas de su país ("Una habitación de hotel en un pueblo
perdido, a cambio de su testimonio")... Joy fue deportada a su país, después de dos
meses de internamiento en el CIE (Centro de internamiento de extranjeros) de
Aluche.
Les
prometo que si encuentran alguna gracia en todo cuanto he anotado de la función de Martínez Vila,
dimito en estos mismos momentos como crítico de teatro en este digital. No le
veo la gracia por ningún sitio...
Quiero
terminar esta crítica -o crónica, no sé muy bien- con las palabras con que yo
mismo comenzaba contando la historia de una chica rumana (de la misma
nacionalidad que la madame de esta obra), con quien hablé más de 20 horas antes
de escribir su historia, durante las cuales lloró amargamente muchísimas veces.
Les prometo que todo lo que digo lo contrasté y es totalmente cierto, como el
trasfondo de lo que se dice en 'Periodo
de reflexión'. Elena (nombre falso,
claro está), era testigo protegido de la policía y todas mis conversaciones con
ellas se llevaron a cabo en un piso oculto: "No sabe muy bien si los tres
últimos años de su vida han sido reales o se ha zambullido en la peor de las
pesadillas imaginables. Lástima que todo apunte a esto último. En menos de una semana
(viaje en microbús incluido para aumentar el cansancio y minar la voluntad...),
Elena, rumana, pasó del patio de la escuela al club de alterne. Sin sospecharlo
siquiera, había caído en manos de una red de tráfico de mujeres. En estos
momentos hay miles de chicas, compatriotas suyas, repartidas por toda España
que, como ella, han mordido el anzuelo que en algún momento les lanzaron las
mafias. Elena tenía 18 recién cumplidos cuando picó; hoy tiene veintiún años y,
afortunadamente, puede contarlo. Aún hoy, tres años después, sigue
preguntándose por qué le tuvo que pasar a ella; por qué tuvo que reaccionar
como reaccionó ante la inflexibilidad de su padre; por qué aquel chico tuvo que
fijarse en ella; por qué se le ocurrió decirle que sí; por qué, por qué, por
qué...".
Hoy
he perdido la pista de Elena. En una asociación de ayuda a mujeres prostituidas
que le prestaba ayuda humanitaria, también. Probablemente haya vuelto a caer en
manos de alguna otra red. Esto, de verdad, no tiene ninguna gracia... Si se la
encuentra, creo seriamente que usted debe comenzar también un 'Periodo
de reflexión'.
'Periodo de reflexión', de Sergio Martínez Vila (La Casa de la Portera)
Director: Camilo Vásquez
Intérpretes: Carolina Clemente, Mikeka N'Shimbi, Marta
Malone, Viridiana Moreno y Fabia Castro
Todos los miércoles a las 20h y 22h - 15?