www.diariocritico.com

Más que un rescate

miércoles 01 de julio de 2015, 19:27h

Muchos intereses personales, partidistas y electoralistas, sobre todo, están encima de la mesa de las negociaciones con el Gobierno griego del primer ministro Alexis Tsipras. Y debe quedar claro que las negociaciones son con un Gobierno y no con el pueblo griego que estos días anda muy mareado porque en su nombre se actúa de manera desenfrenada.

Es cierto que una buena parte del pueblo griego vive en una situación de enorme dificultad y con escasas esperanzas de poder disfrutar de una vida lo más digna posible. Pero también es muy cierto que otra buena parte, muy elevada, goza de una situación de privilegio porque el caos les exime de los impuestos, pueden jubilarse a una edad increíble, los sueldos de funcionarios, pensionistas y salario mínimo esta por encima de la media europea y otros múltiples trastornos de una realidad creíble para que todos dejemos de darle algo importante a nuestros hijos para dárselo a los griegos. No es falta de solidaridad.

Es una decisión fría pero respaldada por una realidad que demuestra una situación aventajada de la mayoría de los griegos durante años, con la elección de un Gobierno populista que llegó al poder con propuestas inviables aún sabiendo que nunca las podría cumplir y amparándose en la responsabilidad alemana y francesa en todo el desaguisado.

Lo hemos escrito más de una vez que es una frivolidad y una provocación que unos políticos populistas de izquierdas, como si son de Amanecer Dorado, prometan una amplia panoplia de medidas favorables a los habituales intereses vagos de los ciudadanos griegos para conseguir los votos suficientes para llegar al poder y desde allí intentar dinamitar el sistema establecido.

No hay duda de que los partidos tradicionales griegos tienen mucha responsabilidad en lo que está ocurriendo porque dejaron una nefasta herencia, tanto político, como económico y social. Buena parte de los problemas actuales provienen de un exceso de liquidez en los bancos alemanes que había que colocar lo mejor posible y donde no hubiera excesivas reticencias.

Grecia, como España o Portugal, fueron las víctimas elegidas. La diferencia es que españoles y portugueses nos hemos apretado el cinturón hasta las orejas y los griegos no están por la labor. La situación es grave y se está dilucidando algo más que un gran puñado de millones de euros ligados a una reforma griega, hablamos de estar o no con Europa; de refugiarse o no en Rusia.

Javier Fernández Arribas

Periodista. Director de 'Atalayar, entre dos orillas'. Colaborador en diversos medios como Punto Radio, Onda Cero, COPE, El Independiente y Colpisa. Colaboro en COPE, Colpisa, TVE, RNE y Diariocritico. Es autor de libros como 'Casco azul soldado español' o 'Misión: Líbano'. También fue director de los estudios 'Cómo informar sobre infancia y violencia' y 'Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja' en colaboración con el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios