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Emprendedor social de Ashoka

Thomas Lydell-Olsen, cofundador de Spread The Sign
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Thomas Lydell-Olsen, cofundador de Spread The Sign

Spread The Sign, el diccionario para sordos que traduce hasta 25 lenguas de signos diferentes

Por Esther Carrión
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ecarriondiariocriticocom/8/8/22
miércoles 15 de julio de 2015, 12:29h
Thomas Lydell-Olsen es cofundador de Spread The Sign, un traductor visual e internacional para las personas sordas. Como ocurre en las lenguas habladas, las particularidades culturales y sociales marcan la diferencia en el idioma. Este diccionario universal supone un gran paso en la integración del colectivo.

Hay gente que se dirige a las personas sordas como sordomudas. Error. Las personas con discapacidad auditiva hablan, signan, se expresan con sus manos, sus pies, su cabeza, y en definitiva con su cuerpo. El reconocimiento de la lengua de signos en España en 2007, supuso para este colectivo un gran paso. Por fin, el silencio de los sordos se había roto; por fin, se hacían escuchar.

La palabra emprendedor ya de por sí lleva intrínseca la connotación sobresaliente. Pero, si además de aportar innovación al tejido empresarial, aporta una solución social y escalable a un colectivo para muchos invisible y ‘mudo’, el reconocimiento es aún mayor.

Es el caso de Thomas Lydell-Olsen y Dennis Lennartsson, emprendedor social de Ashoka, y fundadores dE Spread the Sign, un traductor visual que aglutina las diferentes lenguas de signos de 25 países en total. “Un sordo en Groenlandia no puede entender a una persona sorda de Australia de inmediato, como ocurre en las lenguas habladas”, afirma Thomas. En 2004, era profesor de Educación Secundaria para sordos en Örebro (Suecia) y se dio cuenta de que sus alumnos necesitaban una herramienta visual para poder viajar por Europa y llevar a cabo un intercambio educativo.

Ahora la idea es presentada en España, donde se estima que existe casi un millón de personas sordas. Uno de cada mil niños nacidos en el mundo tiene discapacidad auditiva.

Emprendedores 2020 ha tenido la oportunidad de hablar con Thomas Lydell-Olsen, coordinador internacional de Spread The Sign para que comparta con todos su historia como emprendedor social de Ashoka.

¿Cómo fue el proceso de creación del diccionario?

Comenzamos nuestro primer proyecto de la UE-Leonardo en 2006, centrándonos en el vocabulario profesional. Hoy por hoy, contamos con todo tipo de palabras vinculadas a muchísimos aspectos de la vida y la educación.

¿Quién conforma tu equipo?

El equipo ubicado en la sede de Suecia lo formamos un webmaster, un ilustrador, un cámara, un editor y yo, como coordinador. Todo el personal, excepto yo, es sordo, por ello, a veces, cuento con un grupo de traductores y lingüistas. Luego están los equipos de cada país que también tienen un coordinador nacional y el equipo para la producción (actores, cámara, editor, lingüistas…).

¿Por qué no hay una lengua de signos universal?

Por la misma razón que los idiomas hablados. Las diferentes culturas y nacionalidades marcan las particularidades en la lengua.

¿Qué factores marcan esas diferencias sociales y culturales?

Hay algunos idiomas más similares que otros. Por ejemplo, algunos países de África han adoptado el lenguaje de señas americano. Por su parte, Portugal tiene similitudes con la lengua de signos de Suecia ya que fue un sueco quien fundó la primera escuela para sordos en el país en 1825.

¿Es más "básico" el lenguaje de signos en los países menos desarrollados?

Algunos países de África tienen el lenguaje de signos de los países de origen de los misioneros o de los antiguos colonizadores.

¿Crees que Suecia se sitúa en la cúspide de la vanguardia en cuanto a la lengua de signos?

No, yo no lo creo, pero sí está entre los países pioneros en el reconocimiento de la lengua y siempre ha apoyado a otros a hacerlo. En 2015, todavía hay países en Europa en los que no se ha reconocido. Es el caso de Austria que ha arrasado con todas las escuelas para sordos del país y fueron obligados a integrarse en las clases normales. ¿Cómo crees que se sentiría un niño sordo en un aula donde no puede comunicarse ni jugar?

En España reconoció legalmente la lengua de signos en 2007, ¿demasiado tarde?

Mejor tarde que nunca. Recuerdo ese maravilloso día cuando nos llegó la noticia de nuestro coordinador español en una reunión internacional. ¡A todos nos alegró! Una dura lucha por los sordos que finalmente dio sus frutos. Incluso Putin en Rusia y Lukasjenko en Bielorrusia han reconocido la lengua de signos.

¿Por qué crees que no es tan simple el reconocimiento de la lengua de signos?

Dinero. La necesidades que vienen ligadas al reconocimiento de la lengua cuestan dinero: noticias en televisión, educación en lengua de signos, intérpretes en el trabajo, intérpretes en educación, intérpretes en ocio, deportes, clases de cerámica… No es barato, pero sí necesario. Sin embargo, los Gobiernos también deben percatarse de lo positivo. Con el reconocimiento de esta lengua, se crea empleo como intérpretes y los sordos tienen la oportunidad de educarse a sí mismos con el objetivo de ayudar a otras personas

¿Consideras necesario que el ciclo formativo de Técnico Superior en Interpretación de la Lengua de Signos se convierta en un título universitario?

Eso sería muy bueno. Cuando estuve en la universidad de la Habana en Cuba, existía esta carrea universitaria y la situación era mucho más alta que en Suecia.

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