Catalunya, el país más democrático del mundo

El Parlament de Catalunya saliente de los resultados del 27s se constituye en un contexto bastante incierto y turbio. La lista más votado, con el candidato que iba en cuarto lugar, opta a presidir la Generalitat siempre y cuando la lista menos votada lo acepte. De locos.

A día de hoy, aunque no lo parezca, Cataluña es una balsa de aceite, pero cuando se tomen decisiones, cuando haya o no investidura, cuando los presagios se traduzcan en realidades, la tormenta perfecta dará comienzo.

En principio el pacto soberanista inicial, hablaba de un Parlament de transición, con una duración estimada de año y medio, tiempo suficiente para sentar las bases de un nuevo país. Si de lo contrario, no se logra tal hazaña, en menos de 5 meses tendremos de nuevo elecciones en Cataluña, que otra cosa no, pero está posicionándose como el país más democrático del mundo, entre sondeos, consultas, elecciones, etc, no hay comparación en el mundo de un territorio con tal capacidad de participación electoral.

Para empezar, la presidencia del Parlament, que será la primera elección de hoy, parece que recaerá en Carme Forcadell, una lideresa poco acostumbrada al consenso, como requiere el puesto, y con tendencias más bien escoradas hacia el independentismo. Eso ya es partir de menos diez en cuanto al carácter integrador de la sociedad resquebrajada de Cataluña.

En principio, si todo sigue igual, el primer debate de investidura será en la marcada fecha del 9N, un año después de la primera consulta en Cataluña. En ese momento será cuando con un `supuesto´president Mas, el Parlament haría oficial su desconexión con España.

Mientras tanto el Gobierno, que estará ya metido en plena precampaña, tendrá que lidiar con esa situación. Algunos miembros del PP, manifiestan en privado que ese escenario será la mejor campaña electoral de la historia para los populares. Una defensa a ultranza de los derechos de los españoles. Quizá el único argumento que el PP tiene definido, frente a otras opciones, ya que el argumentario económico `cae´ en el momento que alguien defiende el hecho que la sociedad española es más desigual y está más perjudicada económicamente.

En Cataluña están esperando el resultado del 20D como situación que puede marcar los devenires catalanes. En total, todos esperan y desesperan, la incertidumbre se manifiesta, se palpa, y Cataluña sigue sin Gobierno. Si tan claros y optimistas fueron los resultados del 27S, no se explica tal desidia, y la CUP no es culpable de nada. Mas está esperando o que el PP le haga mártir- es el callejón que más le interesa-, o que la CUP le “sacrifique” y acuñar la frase él de “me voy porque yo quiero, no porque me eche”