Mariano Rajoy ha pedido a Sánchez, Rivera e Iglesias que le respalden en las actuaciones que emprenda el gobierno contra el desafío independentista ante los tribunales. A los tres les ha propuesto excluir del debate político, o sea, de la campaña elecgtoral, la defensa de la unidad de España que articulen los servicios jurídicos del Estado. A cambio, promete mantenerles puntualmente informados de los pasos que se den. El presidente ha destacado el acuerdo “en lo básico” de las principales fuerzas políticas de este país, a partir de ahí, especialmente con Podemos, de momento el terreno no parece abonado para un gran pacto de Estado.
Rajoy ha recalcado a sus interlocutores que va a “liderar la respuesta del estado” frente a la amenaza de romper la unidad de España. Es su deber como presidente del Gobierno y también, ha dicho, el de entrevistarse con los líderes de los partidos que comparten al menos lo básico para pedirles que no se caiga en “debates estériles” y confíen en “los mecanismos del Estado”.
Un mensaje dirigido sobre todo a Albert Rivera para que no ponga en solfa cuándo se debe recurrir ante al TC la resolución de independencia de Junts pel Si y la CUP. Un paso en falso en el ardor de la contienda electoral puede echar todo por tierra.
Rajoy ha mostrado su satisfacción por el resultado de las reuniones en su enésima rueda de prensa de esta semana tras dejar que Rivera e Iglesias se estrenasen en La Moncloa ante una legión de periodistas. Todo lo contrario de su encuentro con Pedro Sánchez. semiclandestino y despachado con sendos comunicados.
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