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Un grupo de antitaurinos denuncian agresiones en Olocau

Un grupo de antitaurinos denuncian agresiones en Olocau
lunes 07 de diciembre de 2015, 11:52h

Un grupo de activistas por los derechos de los animales convocados por las redes sociales, tras hacer creer que se dirigían a Arañuel (Castellón), donde, según ellos, les esperaban más de un centenar de guardias civiles y numerosos taurinos dispuestos a defender su fiesta, acuderon al cercano pueblo de Olocau del Rey, donde se encadenaron al pilón donde se ata el toro y lograron que se cancelase el festejo. En su comunicado, estos antitaurinos afirman que mantuvieron siempre una postura de resistencia pacífica, pese a lo cual fueron agredidos por numerosos taurinos que rompieron los cristales del coche de uno de los activistas.

Según han denunciado a la Plataforma La Tortura No Es Cultura, que ayudará a los activistas a presentar las denuncias pertinentes por las agresiones recibidas, sobre las diez de la noche el grupo entró por sorpresa en Olocau, donde según afirman “no había seguridad de ningún tipo”, por lo a los 15 minutos, un cuarto de hora antes de que embolasen al toro, se encadenaron al Pilón o poste donde se ata al toro.

Durante la primera hora permanecieron encadenados sin mayor problema, divididos entre el pilón y el furgón donde estaba el toro, recibiendo abucheos, insultos y algún que otro empujón por parte de los taurinos. Pero como afirma A.L., una de las activistas presentes, “Sí pudimos dialogar e incluso hubo un intento de negociación con el alcalde del pueblo, pero al final no fue posible porque empezaron las agresiones por parte de los vecinos”. Después llegaron los puñetazos y patadas de varios individuos, enfadados porque finalmente el espectáculo con el toro no se pudo realizar.

La Guardia Civil fue avisada por los propios activistas minutos antes de la concentración, personándose una hora y media más tarde una patrulla de la Benemérita con ocho cuerpos de la seguridad. Una vez identificados los antitaurinos, finalizó la concentración y el ambiente alcanzó su peor momento porque varios taurinos siguieron a los activistas hasta sus vehículos que estaban estacionados a la salida del pueblo, y continuaron agrediéndoles: “Nos dieron patadas, empujones, nos escupieron mientras corríamos hacia los coches. Y una vez dentro, golpearon las ventanillas y rompieron los cristales y retrovisores de los coches, con nosotros dentro”, cual comenta uno de los agredidos.

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