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Dr. Sergio Martínez, ginecólogo-oncólogo: "Los anticonceptivos orales reducen el riesgo de cáncer de ovario a la mitad"

lunes 04 de abril de 2016, 08:25h
Doctor Sergio Martínez
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Doctor Sergio Martínez
El doctor Sergio Martínez, especialista en ginecología oncológica, analiza en Diariocrítico el cáncer de ovario, una enfermedad que afecta a 1 de cada 70 mujeres -lo que supone cerca de 3.000 casos al año en España- y es conocida como el 'silent killer' por su escasa sintomatología que complica el diagnóstico precoz. No obstante, hay claves para atajar la enfermedad y hábitos saludables para prevenirla.

¿Cómo es de agresivo el cáncer de ovario en comparación con otros tipos?

El cáncer de ovario es el más letal de todos los tumores ginecológicos. Ello es debido fundamentalmente al retraso en el diagnóstico, por presentar unos síntomas vagos e inespecíficos que con frecuencia se achacan a procesos banales. Su agresividad, entendida como la rapidez de progresión, no es exactamente la causa de su mal pronóstico. De hecho, a diferencia de otros tumores, tarda en producir metástasis a través de la sangre. Lo que lo caracteriza es que se extiende en el interior del abdomen sin presentar mucha sintomatología.

¿Cómo se puede prevenir el cáncer de ovario?

No existe, en la actualidad, ningún medio preventivo de eficacia completa para el cáncer de ovario, a excepción de la extirpación quirúrgica de los ovarios y trompas, lo que representa una operación, con sus posibles inconveniencias y, por otra parte, representa problemas de menopausia precoz. Esta intervención sí que puede estar indicada en el caso de familias con predisposición al cáncer de ovario y mama por tener una mutación especial en su material genético. En las personas sin esta predisposición no estaría justificada tal operación. Sí que podría considerarse la extirpación de las trompas, que en la actualidad se sabe que participan mucho en el desarrollo del cáncer de ovario, en pacientes que deben ser operadas por otras causas (fibromas uterinos, cesárea, etc) una vez han decidido que no quieren tener más hijos.

Desde un punto de salud general, sabemos que una dieta saludable, el ejercicio físico y mantenerse en el peso adecuado pueden reducir el riesgo no sólo de cáncer de ovario, sino también de otros tumores malignos. La utilización de contraceptivos hormonales, la pastilla anticonceptiva, se sabe que reduce especialmente el riesgo de cáncer de ovario a lo largo de la vida, por lo que también puede considerarse su utilización para la prevención.

¿Cómo conseguir un diagnóstico precoz?

La principal recomendación es que las pacientes y sus médicos tengan en consideración la posibilidad de esta enfermedad en presencia de síntomas abdominales. No se trata de estar obsesionados con el riesgo de presentar la enfermedad, sino sencillamente, en caso de presentar hinchazón abdominal, malas digestiones, dolores en la pelvis, trastornos en la micción o la defecación, o cualquier otro síntoma abdominal de nueva presentación, hacer la adecuada consulta al médico de cabecera, internista o ginecólogo. En la inmensa mayoría de los casos, la explicación de estos síntomas será algún problema de escasa importancia, pero en unos pocos casos, esa visita y la adecuada atención médica pueden representar la ocasión de un diagnóstico temprano y aumentar muchísimo la posibilidad de curación.

En la actualidad se investiga sobre la posibilidad de establecer campañas de vigilancia general en la población (cribaje) utilizando determinados análisis de sangre y ecografías. Por el momento no está claro si su realización debe ser recomendada a todo el mundo. Entretanto, cada mujer puede comentar con su ginecólogo acerca de su riesgo personal y sobre la posibilidad de hacerse ecografías y/o análisis específicos periódicamente.

¿Cada cuánto tiempo deberían realizarse las ecografías o exploraciones de revisión ginecológica?

Si se considera que existe un riesgo familiar por mutación, la frecuencia debería se semestral. En el resto de pacientes una frecuencia anual sería suficiente.

La Asociación Helping Cáncer informa de que la mitad de las mujeres con antecedentes de cáncer ginecológico desarrollaran tumor de ovario a lo largo de su vida. ¿Cuántos casos en la familia y en qué grado de cercanía deben poner en alerta a la mujer?

Debe poner en alerta la coexistencia de dos o más casos de relación familiar directa (madres, hermanas, hijas) o de tres o más de relación indirecta, siempre que correspondan a la misma línea (paterna o materna). Asimismo hace sospechar un origen hereditario de la enfermedad la existencia de casos de cáncer de mama y ovario en la misma paciente o en familiares directos, el cáncer de próstata o el cáncer de mama en hombres jóvenes de la línea familiar y la aparición de la enfermedad en edades tempranas de la vida.

¿Guarda alguna relación este tipo de cáncer con la aparición de quistes ováricos o el síndrome del ovario poliquístico?

En absoluto. No existe relación alguna con el síndrome de ovario poliquístico, que es una enfermedad de la regulación hormonal de las ovulaciones. Los quistes de ovario benignos pueden ser de muy diferentes orígenes. Muchos de ellos desaparecen solos por ser funcionales y otros corresponden a enfermedades benignas de los ovarios. En cualquier caso, un quiste de ovario debe ser siempre valorado por un ginecólogo experto y extirpado en caso de duda diagnóstica, persistencia o crecimiento.

¿Hay alguna relación entre la toma de anticonceptivos hormonales y el cáncer de ovario? ¿Y con otros tipos de cáncer?

Los anticonceptivos orales reducen el riesgo de cáncer de ovario a la mitad cuando son tomados durante un periodo de dos o más años. Esta disminución de riesgo se mantiene a lo largo de la vida de la persona. Asimismo los anticonceptivos también reducen, aunque en menor grado, el riesgo de cáncer endometrial. Sobre el riesgo mamario todo apunta a que no hay un incremento de riesgo de cáncer cuando no se toman en edades avanzadas. Se trata de una medicación no sólo segura, sino beneficiosa desde estos puntos de vista. No es así respecto al riesgo cardiovascular, que puede verse incrementado en mujeres fumadoras o con riesgo de trombosis. La indicación, beneficios y riesgos deberían ser ponderados por un profesional médico.

¿Una vez diagnosticado qué debe hacer la mujer enferma?

Consultar con un ginecólogo oncólogo con experiencia en el tratamiento del cáncer de ovario. Los ginecólogos generales, los especializados en reproducción, en embarazos o en enfermedades benignas, aún siendo excelentes profesionales no han tenido la formación, el entrenamiento ni la oportunidad de acumular experiencia en el difícil tratamiento de esta compleja enfermedad. Nuestra especialidad es demasiado amplia para que todos entendamos de todo. Los ginecólogos oncólogos solemos trabajar en instituciones universitarias o grandes centros oncológicos, atendiendo a muchas pacientes con esta enfermedad. Es una buena idea que la paciente pregunte a su médico cuantos casos como el suyo ha operado o tratado en el último año. Si son menos de una decena es mejor que este médico derive a la paciente a un compañero con experiencia.

Y en el caso del cáncer de mama ¿qué hacer? Angelina Jolie dio mucha visibilidad a las masectomías, pero ¿son recomendables y efectivas?

Entiendo que hablamos sobre la mastectomía profiláctica, es decir, preventiva del desarrollo posterior de cáncer de mama. Realmente son efectivas para la prevención, pero se trata de una intervención con un fuerte impacto psicológico sobre la mujer. No pueden hacerse recomendaciones generales al respecto. Únicamente puede considerarse tras una cuidadosa evaluación del riesgo individual de la persona y después de una extensa discusión de la misma con el ginecólogo, el cirujano plástico, el genetista y el oncólogo, teniendo en cuenta muchísimos factores. Es una decisión a tomar después de una profunda reflexión, nunca con precipitación.

¿Cada cuánto tiempo debe una mujer realizarse una mamografía?

Las campañas poblacionales recomiendan cada dos años desde los 50, pero según el grado de riesgo de la persona, en función de sus antecedentes personales o familiares, puede ser mucho mejor hacerlas anualmente desde los 40 años. La irradiación con las mamografías es mínima y las molestias de su realización se compensan con el beneficio extraordinario de un diagnóstico temprano.

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