¿Qué son los enterovirus que preocupan a los padres? El Dr. Navarro Pellicer da las claves en Diariocrítico

Los enterovirus son virus de los que conocemos clásicamente cuatro grupos: Los coxakie A y B, los de la polio y el ecovirus. Ahora también se clasifican con números consecutivos siendo los más frecuentes E68, E69, E70.

Afectan sobre todo al sistema inmunitario de los niños, aunque se desconoce exactamente el motivo. Quizá sea por ser un sistema inmunitario más frágil, la facilidad que tiene en la vía de transmisión, a través de los mocos, el contacto de unos niños con otros, aglomeraciones infantiles etc…

Son virus que se transmiten por vía fecal, oral, por la saliva y por el moco. Suelen producir enfermedades benignas (resfriado, aftas, enrojecimiento del ojo o el conocido síndrome de boca, mano, pie). Sin embargo, en casos aislados llegan a producir meningitis, encefalitis y enfermedades cardíacas. Estos virus son de carácter estacional, apareciendo con más frecuencia en primavera y otoño.

La enfermedad se suele manifestar con un cuadro febril, que suele ir acompañado de diarrea y falta de apetito, dura de 5 a 7 días, si bien el virus puede estar en la saliva y en las heces varias semanas, por lo que es conveniente que los niños que hayan tenido un cuadro febril estén 2 o 3 semanas sin acudir a la guardería. El virus no tiene tratamiento específico. Se dan antitérmicos, hidratación, reposo, aislamiento en casa. Solo los casos graves pueden requerir de ingreso hospitalario.

Se diagnostica con la obtención de muestras de heces y saliva, y la determinación del virus en las mismas, pero estos análisis solo son necesarios a nivel hospitalario en los casos más graves.

En estos meses ha habido un aumento de infecciones por enterovirus con aparición de algún caso grave en Barcelona, con alteraciones neurológicas, al parecer provocado por los enterovirus E71 y E68.

¿Conocíamos estos virus? Hay que decir que sí, este mismo año se han dado casos en el sur de Inglaterra, sobre todo con la cepa E71. El E68 fue aislado por primera vez en 1962 en California, responsable de múltiples casos con afectación neurológica en Norteamérica, ya en el año 2005 y muy extendido en varios estados de América, con cuadros respiratorios leves. Esto no debe ser motivo de alarma para la población general, pero sí para las autoridades de salud pública. Normalmente es un cuadro benigno y solo nos debe de alertar cuando haya una flacidez en los miembros, una dificultad para andar o dificultad para tragar. En estos casos es urgente la consulta pediátrica.

Se espera tener en un futuro vacunas eficaces para estas cepas, sobre todo si se producen epidemias con las mismas.

¿Qué podemos hacer? Mucho, primero manteniendo la calma, pensar que la mayoría de enfermedades febriles en el niño son víricas, algunas de ellas producidas por enterovirus y podemos prevenirlas enseñando al niño en casa y en el colegio al lavado intensivo de manos antes de las comidas y siempre después de ir al baño. Se deben extremar las medidas higiénicas en los cambios de pañal, tanto en casa como en las guarderías.

También es importante que el niño con fiebre se quede unos días en casa para reducir el riesgo de la transmisión.