El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha ofrecido este viernes su primera conferencia en Madrid, en un acto organizado por el Fórum Nueva Economía, y que ha dejado como anécdotas la irrupción de la militante, Rocío Monasterio, que concurrió como número 2 del partido ultraconservador VOX a las elecciones municipales de 2015, y una protesta en la que apenas han participado otros 6 simpatizantes de ese partido, que han esperado a la salida de Puigdemont para increparle con una ‘pitada’ y gritos de “fuera, fuera”.
Puigdemont, que ha acudido acompañado de varios de sus consejos, diputados y senadores de Convergència: Irene Rigau, Francesc Homs o Meritxell Borrás, entre otros. En cuanto al resto de partidos, sólo el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, ha asistido al acto. Ante la ausencia de un presentador ‘político’, ha sido el presidente del Fórum Nueva Economía, José Luis Rodríguez, quien ha introducido la conferencia del president en el Hotel ‘The Westin Palace’. Otro detalle que ha llamado la atención de los asistentes a la conferencia han sido los centros de mesa, en los que ‘ondeaban’ las banderas de España y la Unión Europea.
El presidente catalán ha arrancado su discurso con una lapidaria frase dirigida al Ejecutivo, ahora en funciones, de Mariano Rajoy. “El proceso de independencia no preocupa al Estado español, a pesar de que el 27-S, dos millones de españoles pidieron darse de baja. La sociedad catalana está convencida de que el Estado es un mal Estado, también para los españoles”. Respecto a la actitud seguida por el Ejecutivo de Rajoy a lo largo de los últimos cuatro años, Puigdemont ha criticado que “hacer política para no hacer nada es el camino al colapso”. “La mejor solución será la que acordemos conjuntamente, y para eso es impresicindible que el Estado deje de pensar que este es un asunto pasajero de políticos enloquecidos y ciudadanos engañados. Hay que dialogar y no mirar a otro lado”.
Para Puigdemont, el diálogo para consensuar las condiciones de una consulta sobre la independencia, requiere “coraje y ganas de llegar a acuerdos”, pero, según ha manifestado, los líderes políticos carecen de ese coraje. “Después de entrevistar con todos los líderes no veo diferencias sustanciales, sólo en las formas y en la voluntad de escuchar, pero no veo un perfil con el coraje suficiente. Es verdad que Pablo Iglesias cree en el referéndum, pero sabe que no habrá una mayoría política en España en torno a esa propuesta, por lo que ningún líder mostrará el coraje que reclamo”.
Además de criticar la actitud del Ejecutivo de Rajoy, Puigdemont le ha lanzado un ‘recado’ al PSOE, y su propuesta de reforma constitucional hacia un Estado federal, ya que cree que no es eso lo que reclaman los catalanes. “En Cataluña la mayoría no quiere desentenderse de España ni entenderse de esta manera. Esto no es un proceso anti español, lo que pretende es re entenderse. Una gran parte de la sociedad opina que la mejor manera es hacerlo desde una posición de igual a igual, en la que no se cuestione a Cataluña su identidad nacional”. El president ha concluido reafirmando la hoja de ruta que a su entender, los ciudadanos marcaron en las elecciones del 27-S, y ha asegurado que trabaja en esa hoja de ruta que desemboca en la independencia.
Nada más terminar su discurso, llegaba el turno de la ronda de preguntas, y en ese momento, la que fue número 2 de VOX al Ayuntamiento de Madrid en las elecciones del 24-M, Rocío Monasterio se ha situado delante de la mesa en la que se encontraba Puigdemont y, con las manos arriba, y portando unas esposas y un Código Penal, ha lanzado proclamas de: “Sin ley, no hay democracia”. Ante la inesperada irrupción, las azafatas del hotel han tenido que acompañar a Monasterio a la salida, y aunque ella se negaba a abandonar la sala y seguía repitiendo su proclama, finalmente ha sido expulsada.
El atónito presidente de Fórum Nueva Economía, se ha disculpado con Puigdemont y ha revelado que Monasterio se había colado en el acto con una invitación dirigida al líder de VOX, Santiago Abascal, que también se encontraba en los aledaños del hotel. El presidente catalán le ha pedido que no se disculpara y ha asegurado que no le molesta que la gente diga lo que piensa.
Finalizada la ronda de preguntas, cuando los periodistas hemos salido del hotel a la espera de un posible ‘canutazo’ de Puigdemont, hemos encontrado a un grupo de 6 simpatizantes de VOX, ataviados con camisetas de España, que aguardaban en la acera de en frente al presidente catalán.
Mientras esperaban a Puigdemont se han encontrado con el consejero de Presidencia, Francesc Homs, que se ha situado frente a ellos para ‘felicitarles’ y les ha deseado “suerte”. Los presentes le han respondido con una ‘pitada’, pero ni siquiera sabían quién había sido su ‘primer objetivo’. Una hora más tarde, Puigdemont salía del hotel entre una sonora ‘pitada’ del grupo de seguidores de VOX, y gritos de “fuera, fuera”. La Policía ha evitado que estos se acercaran al president, y tras ser apartados del coche oficial, han pasado a requerirles su identificación, mientras éstos seguían reclamando que deberían detener a Puigdemont.
El líder de VOX, Santiago Abascal, que parece haber convocado a sus escasos ‘fieles’ para tratar de boicotear el acto, se encontraba en los aledaños del hotel pero no se ha acercado.
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