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Los 100 mejores discos de los años 70 (del 40 al 31)

Los 100 mejores discos de los años 70 (del 40 al 31)

lunes 03 de octubre de 2016, 12:43h

Después de repasar los 50 mejores discos de lo que llevamos de década (2010-2014), los 100 mejores discos de los años 60, 80 y 90 llega el momento de repasar los mejores discos de la década más excesiva, para lo bueno y para lo malo, del siglo XX. Los años 70 son la evolución lógica de la anterior década, el rock and roll se convierte en un circo y las estrellas se convierten en actores, la industria mueve ficha y comienza a crear sus propias estrellas, las estrellas de rock pasan de ser proscritos a codearse con la jet set. La década de los 70 es de las más controvertidas pero, a la vez, la más rica que ha dado la música del siglo XX. Fueron diez años en los que la música popular fue capaz de crear algunas de sus mejores páginas y a la vez caer en los peores estereotipos que se la achacan, pero sin duda es el momento en el que la música popular alcanzó su mayoría de edad, Bowie lideró la década y varias revoluciones, Marvin Gaye puso la vista en el ghetto, Neil Young nos convenció de que "el rock and roll está aquí para quedarse" y Bob Marley dio voz al Tercer Mundo. Los 70 tienen muchas más de 100 obras maestras pero éstas son las 100 elegidas.

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40. Neil Young & Crazy Horse - Rust never sleeps (1979)

Young sintió el aguijonazo del punk y, al contrario, que muchos de sus compañeros de generación, éste le reinyectó la energía perdida. Dispuesto a no convertirse en un dinosaurio, Young se embarcó en una gira en la que abría los conciertos con una parte acústica y la cerraba con una descarga de energía eléctrica junto a Crazy Horse. En aquella gira debutó varias nuevas canciones que, tras editarlas en estudio, quitando la parte del público, editó como ‘Rust never sleeps’. Un disco que se abre y se cierra con dos versiones distintas de una misma canción, ‘My my hey hey (out of the blue)’/‘Hey hey my my’ (into the black)’, una de sus canciones más celebradas que volvió a primera plana cuando Kurt Cobain la citó en su nota de suicidio. Una canción que reúne a cuatro generaciones distintas, la de la primera generación de rockeros, con la muerte del Rey Elvis, la de la revolución de los 60, encarnada por el propio Young, la del punk, con el guiño a Johnny Rotten, y, finalmente, el grunge y la música alternativa. Una de las cimas de su carrera.



39. Stevie Wonder - Songs in the key of life (1976)

En 1975, a la edad de 25 años, Stevie Wonder se había convertido en la gran referencia de la música negra, por encima de Marvin Gaye o Curtis Mayfield, con sus dos últimos discos, 'Innervisions' y 'Fulfillingness' First Finale', habiendo recibido el Grammy como disco del año y con cuatro discos sobresalientes seguidos. Pero su siguiente movimiento iba a ser el más ambicioso de su carrera, sacando un disco doble al que se le añadía un EP de cuatro canciones extra. Todo esto en el pico de creatividad de su carrera (y en el momento clave de su vida, si hacemos caso al título y al hecho de que se acababa de convertir en padre). El resultado es abrumador y se podría considerar la culminación de su periodo clásico. Aquí hay de todo, si no lo he puesto más arriba es porque no todo funciona, el rock progresivo de la instrumental 'Contusion' por ejemplo, pero cuando lo hace es absolutamente explosivo, con muchas de las mejores canciones de su carrera incluidas, desde el riff funky de 'I wish', el homenaje a Ellington y los pioneros del jazz en 'Sir Duke', los sintetizadores de la incendiaria 'Pastime paradise', la magistral 'As', la intensidad de 'Love's in Need of Love Today', el comentario social de la espartana 'Village Ghetto Land' o la balada 'Knocks Me Off My Feet'.



38. Led Zeppelin – III (1970)

Tras la disolución de los Beatles, los Zeppelin pasaron a ser la nueva banda más grande del mundo pero, al contrario, que a los de Liverpool a su éxito comercial no le correspondía el favor de la crítica, siendo vistos por los medios de su época como una banda unidimensional y monolítica. Tras una agotadora gira por EEUU, Jimmy Page y Robert Plant se aislaron en la finca campestre del primero en Bron-Yr-Aur y dieron rienda suelta a su faceta más acústica y folkie, con claras influencias del folk rock británico, como Fairport Convention (cuya cantante Sandy Denny, colaboraría con ellos en el siguiente disco), Bert Jansch (uno de los referentes a las seis cuerdas de Page) o The Incredible String Band (la banda favorita de Plant en ese momento). El resultado demuestra una banda capaz de sonar igual de potente con el grito de guerra vikingo y la electricidad de 'Inmigrant song' que en la acústica 'Gallows pole'. Una banda que podía sonar tan potente como Black Sabbath y tan delicada como Pentangle. En 'Led Zeppelin III' se encuentra el mejor resumen de su carrera hasta entonces con su mejor blues rock, 'Since I've Been Loving You', los potentes riffs de 'Celebration Day' o 'Out on the tiles', hasta las caricias acústicas de 'Tangerine' o 'That's the Way'. Incluso les dio tiempo a grabar una de las mejores caras B de la historia y no sacarla en el disco, 'Hey, hey what can I do'.



37. John Lennon – Imagine (1971)

El segundo disco en solitario de Lennon fue un paso totalmente distinto que el espartano y desnudo 'Plastic Ono Band'. Para este disco contó con una colección de músicos invitados y dio rienda suelta al famoso 'Muro de sonido' de su productor, Phil Spector, que añadió cuerdas a varias de las canciones. Muchos lo vieron como una concesión a la comercialidad, incluso el propio Lennon lo llamó 'Working class hero' con "azúcar" pero para otros, entre los que me encuentro, es la cima de su carrera en solitario. La disolución de la pareja compositiva entre Lennon y McCartney fue un trauma para los dos, a pesar de que llevaban escribiendo por separado desde 1966, la canción siempre contaba con el punto de vista del otro, Lennon cuidaba de que Paul no sacara cualquier frivolidad y McCartney estimulaba musical y melódicamente a John. Puede que por eso 'Imagine' sea la mejor colección de canciones de su carrera, Lennon había vuelto a sentir el pinchazo de la competitividad con McCartney y tras sentirse atacado en algunas de las canciones del 'Ram' de éste, utilizó ese resentimiento para espolear su creatividad. A veces resulta evidente, como en 'How do you sleep?', una canción increíble musicalmente pero que líricamente es un ataque frontal a Paul "el sonido que haces es doloroso para mis oídos, debiste aprender algo después de tantos años" (lo mejor de todo es que McCartney reconoció que estuvo a punto de grabar una canción de respuesta llamada: 'Quite Well, Thank You'). Algo que se contradice con el resto del disco, en el que Lennon tira de la influencia de su ex compañero para grabar alguna de sus mejores baladas, en el mejor estilo 'Let it be' o 'Maybe I'm amazed', como 'Imagine', 'How?' o 'Jealous guy'. Claro que también hay rock y blues como en 'It's so hard', 'I Don't Want to Be a Soldier' o 'Gimme Some Truth', bendecidas por músicos de la talla de King Curtis al saxofón, miembros de Badfinger o, por encima de todos, la singular guitarra 'slide' de George Harrison (su trabajo en 'How do you sleep?' es simplemente espectacular).



36. Bob Marley & The Wailers - Natty Dread (1974)

'Natty dread' es uno de los discos más importantes de la discografía de Bob Marley, es el primero tras la separación de los Wailers y la salida de Peter Tosh y Bunny Wailer, también es el primero en el que sustituye los coros de Tosh y Wailer por las I Threes, el trío femenino en el que militaba su mujer Rita. También es el disco en el que se encuentra su canción más recordada, 'No woman no cry', la canción cuya versión en directo del año siguiente le haría una estrella en el Primer Mundo. A propósito de 'No woman, no cry' y de 'Natty dread', los créditos de composición dicen mucho de la persona que era Marley. A pesar de haber escrito todas las canciones del disco, decidió firmar las canciones poniendo nombres de amigos y familiares para que se vieran beneficiados por los 'royalties'. En el caso de 'No woman, no cry' fue para su amigo de la infancia Vincent Ford del que Marley decía que, de no haber sido por él, se hubiera muerto de hambre de niño. Claro que 'Natty Dread' es mucho más que su canción más famosa, con monumentos como la festiva 'Lively up yourself', las desafiantes y políticas 'Them Belly Full (But We Hungry)', 'Talkin' Blues' y 'Revolution', o las más calmadas y seductoras como 'Natty Dread' o 'Bend down low'.



35. Parliament - Mothership connection (1976)

La Biblia del P-Funk y la gran obra maestra del universo George Clinton. A los sospechosos habituales, como Bootsy Collins o Bernie Worrell, se les añadían los vientos de Fred Wesley o Maceo Parker, para lograr un all-star funky en el que cada canción era una invitación a la liberación de tu trasero (a la que debía seguir tu mente). El funk se mezclaba con la ciencia ficción para producir la invasión alienígena más divertida de la historia al grito de "Queremos el funk, necesitamos el funk".



34. Big Star - Radio city (1974)

Una de las bandas de culto por excelencia, con solo tres discos se convirtieron en la banda de power pop más influyente de la historia, además de una constante influencia en la música alternativa a través de bandas como R.E.M., The Replacements o Teenage Funclub. Es difícil decidir cuál de sus tres discos es el mejor, siendo los tres diferentes entre sí, el primero se beneficia de la presencia de Chris Bell como co-líder junto a Alex Chilton y el tercero es uno de los discos más tristes y descorazonadores de la historia, pero éste 'Radio city' me parece el más significativo del sonido de la banda, una mezcla de las melodías y armonías de los Beatles con la chulería de los Stones y las guitarras de los Byrds. Además aquí aparece 'September gurls', su mejor canción y uno de los mejores ejemplos del power pop. Claro que el resto del disco no se queda atrás, 'Mod Lang' es puro rock 'stoniano', 'You Get What You Deserve' y 'Back of a Car' son otras dos canciones cercanas a la perfección, y 'Way out of west' y 'What's going ahn' muestran su parte más lenta y sentida.



33. Blondie - Parallel lines (1978)

Para su tercer disco los Blondie querían un éxito y para ello ficharon al productor australiano Mike Chapman. Este se puso manos a la obra y convirtió a los ex punks del CBGB en la banda de pop perfecta, haciendo de 'Parallel lines' una especie de grandes éxitos de la Nueva Ola. Evidentemente la banda puso en bandeja a Chapman sus mejores canciones hasta la fecha, además de dos magníficas versiones, 'Hanging on the telephone' y 'I'm gonna love you too', pero este pulió su sonido hasta convertirles en una máquina de singles casi perfectos, desde 'Picture this', que podría ser una maravilla de Phil Spector para las Ronettes, al homenaje a la música disco de 'Heart of a glass', 'Parallel lines' se acerca bastante a la perfección, con un Chris Stein especialmente inspirado en la composición, 'Sunday girl', 'Fade Away and Radiate', 'Pretty baby', 'Picture this' o 'Heart of a glass' llevan su firma, y una Debbie Harry perfecta en su papel al frente de la banda.



32. Grateful Dead - American Beauty (1970)

Tras la publicación de 'Live / Dead' García y la banda se interesaron por una vuelta a las raíces, al country y a la música rural, pasado, eso sí, por su pericia instrumental. Para ello García contactó con Crosby, Stills & Nash para que enseñaran a la banda a cantar en armonía y, a cambio, puso su pedal steel al servicio de la banda. El resultado fue el pico absoluto de la banda, sus dos obras maestras, 'Workingman's dead' y 'American beauty', dos discos en los que se encuentran las mejores composiciones de la banda. 'American beauty' es el gran disco de los Dead, un disco perfecto en el que se encuentran algunas de las mejores canciones de su carrera como el 'Box of rain' de Phil Lesh o el 'Sugar Magnolia' de Bob Weir, claro que, como era habitual, lo mejor viene de la mano del líder de la banda, un Jerry García en estado de gracia que entrega varias de sus mejores canciones como 'Truckin', compuesta junto a los otros tres principales miembros, Lesh, Weir y el letrista Robert Hunter que dio en el clavo con esta descripción de la vida en la carretera que dio a la banda la frase que mejor les definiría: "what a long, strange trip it's been", también aparecen 'Friend of the devil', según Hunter "lo más cercano que hemos estado nunca de escribir un clásico", 'Candyman' o 'Ripple', una de las melodías más bonitas y tristes jamás creadas por García con una de las letras de las que más se enorgullece Hunter.



31. New York Dolls (1972)

El disco comienza con una de las mejores introducciones de una canción de rock'n'roll, 'Personality crisis', suena un cimbal y Johnny Thunders comienza un riff básico, propio de los 'Chuckberry fields forever', luego entra un piano y el resto de la banda mientras David Johanssen suelta el grito de un maníaco "Aaaaaaaaaaaaaaaaauuh, yeah yeah yeah! no, no, no, no, no, no, no!". Lo increíble es que tras ése demoledor inicio, el disco apenas baja de intensidad, (aunque solo 'Trash' puede luchar con ella por el título de mejor canción). Su amor por los grupos de chicas, como las Shangri-La's, y el rock and roll de los 50, junto a su técnica cruda y básica les hace precursores del punk, su gusto por el maquillaje, las paltaformas y los zapatos de tacón les hace contemporáneos del glam, la interacción de Johansen y Thunders les hace hijos de Jagger y Richards, pero el grupo es 100% rock'n'roll directo a la yugular. Al pesar de los muchos adjetivos aplicados, se les ha llamado punk, glam o hard rock, lo suyo es simplemente rock'n'roll (del que sigue la línea marcada por Chuck Berry y continuada y perfeccionada por los Stones) y nos gusta.

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