'Inferno': se deja ver fácilmente, se olvida con mayor facilidad

A la mediocre escritura de Brown la hacen algo digerible el oficio de Howard y la simpatía de Hanks, claro que tampoco es que logre que su Robert Langdon tenga algo parecido al carisma de otros héroes de acción formulaicos como Indiana Jones o James Bond. Y es que Brown parece tomarse muy en serio a sí mismo y a su personaje, y Howard cae en el mismo error, cuando lo que pide a gritos una película así es algo de sentido del humor. Lo único que salva a esta película del naufragio absoluto es la aparición de Irrfan Khan como Harry Sims, el mandamás de una organización secreta a medio camino entre el señor Lobo de 'Pulp Fiction' y el Charlie de los ángeles de ídem. Claro que tampoco consigue rebajar el tono serio de una película a la que le vendría mucho mejor tomarse con humor su inverosimil argumento, aquí con Dante y la 'Divina Comedia' como 'McGuffins'.

Fuera de la aparición de Khan el resto de actores poco puede hacer con unos papeles que no pasan, como mucho, del estereotipo, realmente preocupantes son los que les tocan en suerte a Omar Sy (de 'Intocable') y a Sidse Babett Knudsen (la protagonista de 'Borgen'), cuya única misión parece ser favorecer los más que previsibles giros de la trama. Felicity Hoffman tampoco tiene mucho donde rascar y Hanks hace lo que puede con un Langdon, que tiene muchas papeletas para convertirse en el héroe de acción más soso de la historia, todavía más si en 'Inferno' le vemos en una situación de pérdida de memoria que puede llegar a recordar a los primeros Bourne.

Si 'Inferno' se salva de la quema total es por la habilidad de Howard para entretener al espectador en varias escenas de acción (claro que si a su metraje le quitas todas las persecuciones y carreras se queda en 15 minutos) y porque ya sabes que los argumentos de Brown no van a tener mucho sentido. Como resumen se podría decir que la película se deja ver fácilmente pero se olvida con mayor facilidad.