Precisamente el día en que el cantante de Def Con Dos, 'César Strawberry', ha sido condenado a un año de prisión por una serie de comentarios publicados en Twitter considerados enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas, la nieta de Carrero Blanco ha dado una lección sobre libertad de expresión. Pero, ¿dónde están los límites?
Bajo el título de ‘Enaltecimiento del mal gusto’, Lucía Carrero-Blanco ha publicado en ‘El País’ una carta en la que tacha de “absoluto disparate” la solicitud de penas de cárcel para aquellos que hagan chistes en redes sociales con el asesinato de su abuelo.
"Asusta una sociedad en la que la libertad de expresión, por lamentable que sea, pueda acarrear penas de cárcel", sostiene en relación a la petición que ha hecho la Fiscalía de la Audiencia Nacional de dos años de prisión para una joven de 21 años que se mofó del asesinato del presidente del Gobierno franquista.
Si bien la nieta de Carrero Blanco rechaza la burla sobre actos criminales considera que sólo se trata de "un acto de patente mal gusto" sin “capacidad” de humillarla y que no puede ser castigado en base a "amenazas y sanciones desmedidas".
Considera que la petición de cárcel es "tan solo atemorizadora, y no solo para la acusada, sino para todos los que vivimos en una democracia". “El miedo jamás genera respeto, solo rencor", argumenta.
Una reflexión similar a la que en su día ofreció la periodista Irene Villa, víctima del terrorismo de ETA, que aceptó las disculpas del concejal madrileño Guillermo Zapata que fue llevado a los tribunales -y absuelto en varias ocasiones- por unos polémicos tuits sobre el humor negro. Irene Villa no sólo se mostró comprensiva sino que recalcó que los chistes son sólo eso.
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