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Emma Suárez: "Los actores somos inseguros por naturaleza"

miércoles 25 de enero de 2017, 08:21h
Emma Suárez: 'Los actores somos inseguros por naturaleza'
(Foto: Foto: Kike Rincón)
Entrevista a la actriz Emma Suárez, nominada por partida doble a los Premios Goya y galardonada con el premio Puerta de Toledo a toda su trayectoria.

A veces el paso del tiempo pasa desapercibido en mitad de la vorágine del día a día. Otras veces, oprime, asfixia. Otras, las mejores, se dota de una perspectiva casi perfecta que le da valor. En este último estadio se sitúa Emma Suárez. La actriz recibe la próxima semana el premio Puerta de Toledo a su trayectoria en el marco de la 35ª Semana de Cine Español de Carabanchel. Y los premios a la trayectoria, dice, provocan “sin duda” una reflexión.

El reconocimiento le llega a Suárez en un año clave. Empezó en el cine casi por casualidad, cuando a los catorce años fue seleccionada en un casting juvenil para protagonizar la adaptación cinematográfica de Memorias de Leticia del Valle. Se metió de lleno en el teatro y el celuloide durante la década de los ochenta y se convirtió en una habitual de la gran pantalla en los noventa, cuando ganó el Goya a la mejor actriz por El perro del hortelano (1996). El próximo 4 de febrero podría sumar su segundo premio de la Academia de Cine, bien a mejor actriz, por Julieta, bien a mejor actriz de reparto, por La próxima piel.

Y, de nuevo, el tiempo. Isaki Lacuesta le ofreció el guión de La próxima piel cuando, recuerda, no le llegaban proyectos. De eso hace diez años. Una década en la que la película no terminaba de arrancar y en el que la actriz, confiesa, tuvo miedo de que los directores la descartaran. Ahora, mientras habla del largo y personal proyecto llegado a buen puerto, lo hace con la codiciada etiqueta en el panorama interpretativo de ‘chica Almodóvar’.

Un premio como el Puerta de Toledo, a la trayectoria, ¿provoca algún tipo de reflexión personal?

Sin duda. Es un premio muy especial. Me emociona mucho y me provoca mucha ternura. Porque yo soy muy madrileña y quiero mucho a mi barrio. He nacido aquí, he paseado por sus calles y mi padre me enseñó a querer las calles de misterio y encanto del Madrid antiguo. Que me den este premio, primero, me sorprende; segundo, me parece un honor recibirlo; y tercero, el hecho de que sea por la trayectoria significa que es un reconocimiento al paso del tiempo, que no es fácil. Ya no tengo 20 años y llevo bastantes trabajando en esto. Empecé un poco por casualidad, nunca había pensado en ser actriz y, sin embargo, han pasado los años y sigo trabajando. Esto es un oficio complicado y difícil, porque es imprevisible. No es un oficio estable, no sabes si pasado mañana se te va a acabar todo. La vocación hace que sigas confiando y que no te quede más remedio que dedicarte a lo que te gusta. Y eso es lo que te hace también seguir en la lucha.

El paso del tiempo no es fácil. ¿Crees que, en concreto en esta industria, es más cruel con la mujer que con el hombre, con las actrices que con los actores?

El paso del tiempo es natural, que forma parte de la existencia. Esta industria, obviamente, a veces no es fácil. Es un trabajo personal también aprender a adaptarte a los personales que puedes interpretar y eso es también bonito. No te vas a pasar toda la vida interpretando mujeres de veinte, treinta o cuarenta años. Uno ha de interpretar también su experiencia personal en los personajes que te ofrecen y la experiencia personal va de la mano de la vida y del paso del tiempo. ¿Qué si todo esto es más cruel con las mujeres? Puede ser.


Nominada a los Goya por partida doble: a mejor actriz por Julieta, de Pedro Almodóvar, y a mejor actriz de reparto por La próxima piel, de Isaki Lacuesta e Isa Campo. Mismo año, dos nominaciones y por dos películas, sobre todo a nivel de comercial, de promoción y distribución, radicalmente distintas…
Me siento muy orgullosa, muy satisfecha y muy agradecida, porque es cierto que son dos películas muy distintas. La próxima piel, es una película más independiente, que ha sido un desafío sacarla adelante, y con la que hemos estado casi diez años para encontrar financiación. No fue fácil y sólo la voluntad de los directores y del equipo técnico, el cariño con el que Isaki e Isa trataron este proyecto y la confianza de que teníamos algo bueno entre las manos nos hizo aguantar y seguir luchando. Para mí es una película preciosa y a la que tengo muchísimo cariño. Me ofrecieron este proyecto hace diez años, en un momento en el que no me ofrecían proyectos. Y de pronto llegó Isaki con un guión magnífico y con un personaje precioso, esa madre incondicional con esa ternura increíble. Y pasaba el tiempo y yo tenía miedo por si cambiaban de idea y llamaban a otra actriz. Y no fue así. Eso me dio muchísima confianza.
Y Julieta es el contraste. Es trabajar con un cineasta reconocido internacionalmente. Pedro Almodóvar es un cineasta apasionado por su trabajo, muy exigente, alguien con quien todas las actrices y todos los actores quieren trabajar por lo que significa haber trabajado con Almodóvar. Y a mí me ha supuesto poder formar parte de su equipo y de su universo, descubrir cómo es su forma de trabajo y admirarla, porque es muy minucioso, muy detallista, no pasa nada por alto. Es alguien que tienen muy, muy estudiada la película que quiere contar, cada plano es un cuadro. Es impresionante trabajar con Pedro. Fue un trabajo duro, porque significaba entrar en territorios del alma delicados, dolorosos: en el terreno de la ausencia, del abandono, la soledad, la pérdida, el paso del tiempo…

Esas partes más oscuras del trabajo, ¿te las llevas a casa o eres capaz de desconectar?

Sí que pasas una temporada en relación con ese estado. Los actores somos inseguros por naturaleza y el miedo que te da perder el hilo una vez que has enganchado la guía a seguir y el proceso creativo, no te quieres desvincular de eso, tienes miedo de perderte. Fueron seis semanas de rodaje, en Madrid, en el mes de agosto, hacía muchísimo calor y organicé mi casa para quedarme sola porque sentía que para Pedro era necesario.

¿Cómo valoras iniciativas como la Semana de Cine de Carabanchel, que facilitan la accesibilidad al cine: sin coste y en el barrio?

Esto lo valoro muchísimo. Creo que es necesario y creo que debería de haber muchísimas más propuestas así, que la gente pueda acceder a la cultura, hacerlo fácil. Esto es, además, una iniciativa de los vecinos del barrio y eso es maravilloso, porque significa que la gente siente la necesidad de ir al cine, que hoy por hoy no es accesible para todo el mundo. Que los vecinos del barrio convoquen una iniciativa y se lleve a cabo es un valor que han conseguido ellos, hay que valorárselo a ellos.

¿Tienes porra para los Goya?

Hay muy buenas películas este año El hombre de las mil caras, Tarde para la ira, Un monstruo viene a verme, La próxima piel, Julieta, Que Dios nos perdone, María y los demás, La puerta abierta… Muy buenas películas y, con las películas, todos los equipos que han participado en ellas. Decirte una, no me parece bien.

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