El Papa Francisco se mantiene alerta ante la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca sin ir más allá. “Hay que ver qué hace, no podemos ser profetas de calamidades”, aseguró en una entrevista concedida a ‘El País’.
Si bien el pontífice alertó del peligro de “buscar un salvador” que prometa devolver la identidad al pueblo y promueva una defensa con muros frente al otro, no quiso adelantar acontecimientos.
“Veremos lo que hace y ahí se evalúa”. “Asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder, en eso creo que podemos caer en una gran imprudencia”, sostuvo cauto, a pesar de lo escuchado hasta ahora.
Sobre los problemas que sí le preocupan a día de hoy, el Papa alertó sobre la corrupción, la falta de diálogo para el entendimiento o el drama de los refugiados. “Que el Mediterráneo se haya convertido en un cementerio nos tiene que hacer pensar”, insistió.
¿El Papa de la ‘Revolución’?
En muchas ocasiones al Papa Francisco se le ha calificado de revolucionario por su visión aperturista de temas anquilosados en el conservadurismo de la jerarquía católica (incluir a los divorciados como parte de la Iglesia, absolver el pecado del aborto, pedir misericordia para los homosexuales…). No obstante, él no se considera un ‘héroe’.
“Yo no soy santo. No estoy haciendo ninguna revolución. Estoy tratando de que el Evangelio vaya adelante. Pero imperfectamente, porque pego patinazos a veces”, aseguró.
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