Y con 13 meses de retraso, Villar convoca elecciones a la presidencia de la Federación

"Yo sigo". La conocida frase que puso de moda el humorista Joe Rígoli en la época de hace tres décadas en que Ángel María Villar llegó a la presidencia de la RFEF continúa en vigor para él, ya que pretende ampliar su mandato para eternizarse durante cuatro años más. Por ello se enfrentó al CSD desde que llevó a cabo su propuesta de reglamentación para los comicios que deberían haberse celebrado el 22 de abril del año pasado, exactamente trece meses antes de cuanso tendrán lugar. Un reglamento que no obtuvo el visto bueno del organismo que tutela el deporte en nuestro país.

Desde entonces hubo un cruce de declaraciones y un continuo tira y afloja, hasta el reciente 30 de enero, respecto, entre otros detalles, a los votos que correpsondían a los jugadores amateurs de Ceuta y Melilla, así como a otros aspectos de los que Villar fue acusado incluso llevando el tema a los juzgados por uno de sus rivales, Miguel Ángel Galán, y el presidente de la escuela de entrenadores (CENAFE).

Además de éste, que es la oposición pura y dura y que en principio no parece tener muchas opciones, el otro aspirante que lleva tiempo asegurando que se iba a presentar es Jorge Pérez, mano derecha de Villar, como secretario general federativo durante tres lustros largos y que desde la reciente Asamblea General ya no forma parte de la entidad. Además, Pérez, que tiene muchos contactos y gente del fútbol a su favor, ha dado un golpe mediático y quién sabe si definitivo para derrotar a su exjefe, al meter en su candidatura al presidente de la patronal futbolera que es la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, también enfrentado con Villar desde hace años.