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‘The Get Down’ 1x11: un final agridulce para una gran serie
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‘The Get Down’ 1x11: un final agridulce para una gran serie

miércoles 12 de abril de 2017, 16:33h

Durante buena parte de esta segunda parte, ‘The Get Down’ ha dejado que los cómics de Dizzee cobraran vida, haciendo varias escenas animadas contadas desde su punto de vista, pero tras ver el capítulo final, creo no solo la parte animada sino buena parte de la serie nos la han contado bajo el punto de vista de adolescentes viviendo en un mundo mágico y de fantasía, pero al final, ese punto de vista desaparece y entra la cruda realidad, la despiadada y dura verdad del mundo adulto.

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(((ATENCIÓN ESTA CRÍTICA CONTIENE SPOILERS)))

A pesar de regalarnos un final en el que sus dos personajes principales, Ezequiel y Mylene, logran parte de sus sueños, no lo hacen sin cobrarse un coste, ya sea a costa de la relación con su mejor amigo y mentor o, incluso, de la propia relación de esta especie de Romeo y Julieta neoyorquinos de finales de los 70.

El capítulo comienza a todo trapo, los Get Down Brothers deciden, inspirados por ‘La Guerra de las Galaxias’, librarse del contrato con Fat Annie realizando la actuación más épica de la serie, en el transcurso de la fiesta definitiva del hip hop, invocando a los tres padres creadores, Kool Herc, Grandmaster Flash y Afrika Bambaataa, además de varios otros protagonistas como Grandmaster Caz, para hacer de su música el arma definitiva. Es una idea totalmente loca y escapista, la música como la Fuerza y los miembros de la comunidad hip hop como Jedis. Increíblemente termina funcionando, Cadillac se retira de allí derrotado y dispuesto a cambiar de vida y dedicarse a su pasión, la música. Puede que siga sin gustarle el rap, pero admira la pasión de sus devotos.

Es una escena y una resolución absolutamente irreal, más propia de una película escapista que de una serie que trata sobre uno de los barrios más destrozados y olvidados de la historia, el Bronx de los 70. Pero, cuando parece que la serie ha tirado por la borda cualquier tipo de realismo por un final feliz, con Mylene logrando que, milagrosamente, el mega productor Robert Stigwood esté en el mismo edificio mientras Jacjie Moreno, una cohorte de Drag Queens, Dee Dee Ramone y ella misma componen la canción que la llevará a la fama, la realidad se hace presente y ‘The get down’ nos demuestra que los sueños que se cumplen suelen venir con un coste.

En una rápida transición, como si el cómic animado en el que se puede ver a los Get Down Brothers en su particular Camelot diera paso a la película granulada de las imágenes reales de archivo del Bronx en los 70 que han ido apareciendo en la serie, la policía hace acto de presencia y detienen al pequeño Boo Boo por tráfico de drogas. El halo mítico que recubría a Shaolin Fantastic cae y Fat Annie se cobra su preciada venganza. A la vez que Shao revela a Zeke su verdadero nombre, Curtis, sus propiedades mágicas, las que los demás de los miembros de la banda habían puesto en él desde el primer capítulo, desaparecen. Ya no es una figura legendaria, solo un pobre chaval que ha preferido vivir esta fantasía que su verdadera y triste vida. Los demás han tenido otras opciones, él no. Zeke rompe definitivamente con él y vuelve a casa de su tía donde le espera su ansiada beca de Yale. El destino de Shao, una vez más el pobre Curtis, es mucho menos prometedor, haciendo la cosa más heroica que ha hecho desde el principio de la serie, sacrificarse al volver con la terrible Annie para salvar al resto de sus amigos/hermanos. Su familia se ha probado tan irreal como su propio nombre.

Por último, Zeke y Mylene se vuelven a juntar, pero la prometedora carrera de ella se vuelve a interponer entre ellos y se tiene que marchar a California. Sus sueños se han cumplido pero no han salido ilesos de ellos. Ya no son adolescentes, han tomado las riendas de sus propias vidas y han entrado en el mundo adulto, pero parte de la inocencia y la alegría de sus vidas se ha quedado atrás.

A pesar de algunos fallos, esta primera temporada de ‘The Get Down’ se ha probado como una más que interesante propuesta sobre lo que es ser joven, estar enamorado y querer cumplir los sueños propios. También ha sido un sólido retrato sobre el surgimiento del hip hop y sobre sus primeros pasos. Puede que no haya más temporadas pero desde luego han dejado abiertas las puertas a cosas muy interesantes como ¿qué pasa con los hermanos Kipling? ¿vuelven a encontrarse Zeke y Shaolin o a este le espera el mismo destino que al gato persa de Annie? ¿Son Mylene y las Soul Madonnas las que aparecen en la última actuación del Zeke adulto? No se si hay muchos que quieran saber las respuestas pero, desde luego, yo soy uno de ellos.
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