El control de los Mossos d’Escuadra será clave en la celebración del pretendido referéndum independentista en Cataluña y eso parece tenerlo clave el Govern de Carles Puigdemont.
Tras la llegada del nuevo conceller de Interior, Joaquim Forn, un independentista de toda la vida, llega la dimisión política forzada del director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle. Forn ya avanzó el pasado viernes que la policía catalana facilitarían el referéndum del 1-O "con normalidad" como en cualquier jornada electoral lo que colocaba a Batlle en una delicada situación.
Después de tres años en el cargo apostando por la neutralidad del cuerpo policial, Batlle deja el cargo insistiendo en que perseverará en su "misión de defensa de la seguridad y del bienestar" y “con escrupuloso respeto y sujeción a la ley", de los ciudadanos, tal y como informa EFE.
Batlle, abogado de profesión, ha estado ligado al PSC desde 1983 cuando arrancó su trayectoria política en el Ayuntamiento de Barcelona, más tarde fue nombrado secretario de Servicios Penitenciarios, Rehabilitación y Justicia juvenil, y en 2011 fue nombrado subdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) hasta 2014 que accedió a dirigir la policía autonómica.
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