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Crónica de una ruptura anunciada: el esperpento del Parlament

jueves 07 de septiembre de 2017, 11:51h
No iba a ser una sesión ordinaria, y nadie podía esperar que lo fuera. Fue la crónica de una ruptura anunciada, que terminó con la aprobación de la Ley de convocatoria del Referéndum de Autodeterminación. Más allá de las leyes y reglamentos vulnerados con su aprobación, el pleno del Parlament fue la escenificación de la ruptura, y fue una escenificación cuanto menos esperpéntica. La mayoría absoluta de Junts Pel Sí y la CUP dejó clara su intención de desobedecer al Tribunal Constitucional, y a cualquier organismo o legislación necesaria, para sacar las urnas a la calle el 1 de octubre.
Crónica de una ruptura anunciada: el esperpento del Parlament
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(Foto: Twitter Forcadell)

Empezó como una sesión ordinaria, aunque todos los presentes (y también los ausentes) sabían que esto no sería así. Quizás por este motivo un silencio incómodo y tenso abrió el pleno parlamentario, un silencio que fue roto por la presidenta, Carme Forcadell, que anunció el cambio en la orden del día para introducir la votación de la ley del referéndum. Pese a las quejas y reproches de los partidos constitucionalistas, Forcadell siguió el guión trazado, y por la vía de urgencia, anunció que se votaría la Ley de Referéndum.

El reglamento del Parlament

El secretario general de la Cámara y el letrado mayor del Parlament, Xavier Muro y Antoni Bayona, trataron de advertir que todas las formas y normas elementales estaban siendo pisoteadas, pero de nada les sirvió porque la maquinaria independentista no quería ver nada más allá de la aprobación de estas leyes, con las que pretende vestir de legalidad lo que no puede serlo.

Las alertas de Muro y Bayona no sólo fueron de palabra, y es que también advirtieron por escrito de que el procedimiento podía suponer un delito de desobediencia a las resoluciones del Tribunal Constitucional. Muro llegó a ordenar que ningún funcionario publicara la Ley del Referéndum en el Boletín Oficial del Parlamento, de forma que fueron los miembros de la Mesa, comandados por Forcadell, los que dieron este paso. Incluso, el Consejo de Garantías Estatutarias intentó que la oposición consiguiera una revisión previa de la norma, también sin éxito.

Ilegalidad constitucional

El Tribunal Constitucional ha ido anulando todos los pasos que ha ido dando este Parlament hacia la independencia, incluso la reforma exprés del reglamento que permitió aprobar ayer la ley de referéndum por la vía de urgencia y en lectura única. Una vez más, y pese a las advertencias de los letrados, el Parlament desoyó al Constitucional y lo hizo a sabiendas, con la clara intención de desobedecer. Y es que no hay otra opción, más allá de la desobediencia, para seguir el guión independentista marcado por el Govern.

Vulneración de derechos

Forcadell no sólo ignoró todas las resoluciones, advertencias, quejas y peticiones de la oposición, sino que además impidió al resto de partidos solicitar un informe al Consejo de Garantías Estatutarias sobre la Ley del Referéndum, lo que supone otra vulneración de los derechos de los diputados catalanes. Forcadell no solo desobedeció al Tribunal Constitucional, sino que decidió vulnerar los trámites parlamentarios habituales.

Interrupciones

La tensión y el ambiente convulso fueron las señas de identidad de esta jornada en la que se produjeron un sin fin de irregularidades. Un Pleno que fue interrumpido hasta 5 veces, y que concluyó con la escenificación de la ruptura: PP, PSOE y Ciudadanos abandonaron la sala ante la votación, Junts Pel Sí y la Cup hicieron valer su mayoría absoluta, y Cataluña Sí Que Es Pot, la marca de Podemos en Cataluña, optó por la abstención, no sin una gran polémica interna.

Se publicó sin intervención de funcionarios

En un último intento, el secretario general de la Cámara, Xavier Muro, se negó a firmar la orden para admitir a trámite la Ley del Referéndum, algo que no importó lo más mínimo a Forcadell, dispuesta a suplantar al secretario o a quien fuera necesario. Tras desoír por última vez las advertencias, la propia presidenta publicó desde su ordenador esta iniciativa para que quedara recogida en el Boletín Oficial del Parlament (BOP).

Tras la votación, marcada por la ausencia de los partidos constitucionalistas, el Parlament consumó este camino sin retorno que culminará el próximo 1 de octubre. De hecho, y con la mente puesta en la consulta, este jueves se aprobará la llamada Ley de Transitoriedad Jurídica, que entraría en vigor en caso de que el 'sí' se imponga en el referéndum.

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