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Atentados del 11-S de Nueva York: aviones fantasmas y otras teorías de la conspiración

Atentados del 11-S de Nueva York: aviones fantasmas y otras teorías de la conspiración
viernes 11 de septiembre de 2020, 11:00h

Años después de los atentados en las Torres Gemelas en Nueva York, el conocido como 11-S, las teorías conspirativas siguen vivas, aunque realmente, más débiles que nunca.

Los ataques del 11 de septiembre de 2001 siguen muy presentes en las memorias de EEUU sobre lo que ocurrió ese día. El derrumbe de las Torres Gemelas en Nueva York y los ataques al Pentágono en Washington cambiaron el devenir del mundo en sólo unos segundos. Los hechos y la investigación de los ataques han sido y continúan siendo criticados por muchos, sobre todo los defensores de las 'teorías de la conspiración'.

La presunta implicación y conocimiento de la Administración Bush en los atentados es una de las hipótesis que mantienen estos grupos años después, que han encontrado en Internet el vehículo perfecto para la difusión de sus ideas.

Casi 3.000 muertos y millares de heridos fueron las tristes cifras de aquel día. 16 años después, los verdaderos orígenes de los ataques todavía no están del todo claros, aunque la ‘teoría universal’ que culpa a Al Qaeda de los atentados es la más consistente.

Teorías de la conspiración

Algunos creen que el Gobierno del entonces presidente George W. Bush conocía de antemano los ataques. Otros, como el actor Charlie Sheen, van más allá y piensan incluso que la Administración estadounidense fue artífice de la barbarie para justificar la invasión de Irak y un cambio en la política geoestratégica a nivel mundial, así como una carta de libertad para actuar contra los presuntos terroristas de cualquier origen.

Un grupo de científicos y expertos estadounidenses, encabezados por el físico Steven Jones y el arquitecto Richard Gage bajo el nombre de 'Arquitectos e ingenieros por la verdad del 11-S', mantiene que "los más altos funcionarios del Gobierno han encubierto hechos cruciales sobre lo que realmente sucedió el 11 de septiembre".

Este dilema también ha contagiado a miembros del propio Ejecutivo norteamericano, quien años después han mostrado su apoyo a las organizaciones que acusaban a altos cargos del anterior gobierno de haber participado en los atentados. Un ejemplo claro de este caso es el ex consejero de medioambiente del presidente Obama, Van Jones, quien presentó su dimisión por sus polémicas declaraciones sobre lo ocurrido en el 11-S.

En una encuesta realizada en países musulmanes por el Pew Global Attitudes Project hace unos años, aparecía una importante mayoría que se negaba a creer que los que perpretaron los ataques del 11-S fueran árabes.

"Se habla de las Torres Gemelas pero cayeron tres edificios ese día, y llama la atención que cayeran a la velocidad de caída libre de los cuerpos, y en el edificio 7 no se estrelló ningún avión y a las cinco de la tarde cayó igual, por implosión, hacia adentro", sostenía un profesor hace años en un programa de radio. "90.000 litros de queroseno arden a 800 grados, y la temperatura para empezar a fundir el hierro son 1.000 grados, además de que el queroseno se quemó en su mayoría fuera", explicaba sobre la forma en que se acabó con las Torres. Un avión impactaba en el piso 60 y otro en el piso 80, pero había acero fundido en el sótano. La teoría de la demolición en los sótanos es muy sostenida por algunos conspiranoicos, que explicaría la forma de caer de las torres.

La tesis oficial dice que el punto de ruptura habría hecho ceder a las plantas provocando que éstas cayeran sobre el siguiente piso, lo que causaría que fueran cediendo en cadena. El resultando en un colapso de la torre sobre sí misma. Los partidarios de las llamadas teorías de la conspiración creen que los pisos inferiores siempre producirían algún retraso en la caída, aunque sólo sea por su propia inercia, haciendo que tardasen más de 10 segundos.

El investigador Hernan Schoenfeld cree que en realidad ésta tampoco lo explica, puesto que al producirse el derrumbe de arriba hacia abajo los pisos inferiores deberían frenar la caída de los superiores igual que en un derrumbe piso a piso, excepto por la resistencia ofrecida por las columnas.

Los aviones contra el Pentágono y el Capitolio

Lo ocurrido aquella mañana en el Pentágono ha generado mucho debate en Estados Unidos. Algunos pilotos han mostrado su extrañeza por el pequeño hueco que abrió el choque en la fachada. Y, sobre todo, lo aparente ausencia de restos de fuselaje en la zona. Sobre todo se echan de menos las turbinas, casi indestructibles y que siempre quedan tras los siniestros.

El morro es precisamente la parte más ligera y más blanda, y fue precisamente la que atravesó varios muros sin que las alas o los motores llegasen a romper las ventanas. También se han encontrado demasiados testigos que aseguran haber visto un avión pequeño, o un misil, dirigirse a toda velocidad a la zona. Y ninguna de las más de 80 cámaras que rodeaban la zona llegó a grabar con nitidez el avión. O al menos no se han dejado esas imágenes al alcance del público.

Todos los partidarios de estas teorías han arrojado dudas sobre el vuelo 93 de United Airlines, que se estrelló en un campo de Shanksville, Pennsylvania, en un intento de los pasajeros por tomar el control de la nave. Algún teórico de la conspiración como David Ray Griffin asegura que el aparato fue derribado por cazas. En su favor están las declaraciones de testigos que vieron aviones de combate persiguiendo a uno comercial y que oyeron explosiones antes del choque, y también el hecho de que los restos acabasen tan dispersos: un motor de media tonelada fue hallado a 700 metros del lugar del impacto.

Los adictos del misterio hasta se lanzaron a demostrar en Youtube que las Torres ardiendo se pueden ver en los billetes de 5 y 20 dólares... Con cada aniversario se multiplican las fotos ampliadas de gente justo antes de saltar desde las torres en llamas y todavía hay quien sigue buscando en ellas a sus familiares.

Entonces ¿quién estuvo detrás de los atentados? ¿Quiénes fueron los verdaderos cerebros más allá de los ejecutores?: la CIA, los chinos, Israel, Irak... Junto con el asesinato de JFK, el 11-S sigue acumulando disenso sobre lo que realmente pasó aquel día y qué había detrás.

Versión oficial

La versión oficial y más aceptada es que Al Qaeda organizó y ejecutó los atentados, auspiciados por años y años de ‘invasión y opresión’ de los gobiernos de Estados Unidos a su pueblo.

20 años después, y a pesar de las teorías más disparatadas, lo que es una realidad es que el pueblo neoyorquino, la población americana y el resto del mundo no olvidan la gran masacre.

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