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Narcos 3x06, 3x07, 3x08, 3x09, 3x10: una guerra que no se puede ganar
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Narcos 3x06, 3x07, 3x08, 3x09, 3x10: una guerra que no se puede ganar

martes 26 de septiembre de 2017, 07:50h
La segunda parte de esta tercera temporada de 'Narcos' ha sido bastante mejor que la primera, dando al derrumbe final del Cartel de Cali un tono de cine negro, muy en el estilo de Raymond Chandler, con una visión muy pesimista de todo el asunto que se resume en la frase que se le escucha decir al jefe de la CIA en Colombia contestando al agente Peña, "¿la guerra contra la droga? Vamos hombre, la perdimos hace tiempo". Tanto Peña, como los creadores, lo tienen claro, a pesar de todos los arrestos, siempre hay alguien esperando, mientras haya un mercado, habrá alguien dispuesto a hacer negocio.

Como en el caso de Escobar, era evidente que el Cartel de Cali iba a caer, en estos últimos cinco episodios hemos visto como se desencadena esa caída. Como se adivinaba la detención de Gilberto Rodríguez lleva a que se empiece a desmoronar todo un poco, su hermano Miguel con un conflicto de inferioridad no muy bien resuelto y no sabe manejar demasiado bien el negocio, lo que lleva a los caballeros de Cali a sembrar de cadáveres la calle como en los tiempos de Escobar. En cuanto a los intérpretes, Francisco Denis ha sido el que peor ha salido parado de esta temporada, siendo muy poco convincente.

Como ya se veía en los primeros episodios el papel de antihéroe ha recaído en Salcedo que comienza a ver como única salida el colaborar con la DEA. Su papel es el contrapunto del agente Peña, los dos quieren lo mismo y van a hacer todo lo posible por acabar con el Cartel pero ninguno de los dos está libre de sombras. Si Peña traspasa varias veces la legalidad (y la moralidad) para conseguir lo que quiere, como en su aventura en la jungla con los impresentables Castaño, Salcedo vive en un mundo contradictorio, por un lado expresa ese "no soy como ellos, no soy un asesino", pero ha aceptado su dinero y les ha salvado en varias ocasiones. Si la serie hubiera estado narrada por él, en vez de Peña, entonces debería haber comenzado con las palabras que le dice a su mujer después de que consigan detener a Miguel, "soy un buen hombre", aunque después de observar la reacción de ella, puntualiza, "yo era un buen hombre".

Peña y Salcedo son los que llevan todo el peso de la temporada y sobre ellos se ciernen muchas sombras, como cuando Salcedo no duda en traicionar a su hombre de confianza para salvar su propio cabello, o como cuando Peña decide arriesgar la vida de Salcedo para conseguir atrapar a Miguel. En ambos casos hacen lo que tienen que hacer para conseguir sus propósitos pero saben que sus manos también quedan manchadas, Hay un cierto halo fatalista en esta serie, como cuando tras la detención de Miguel, Peña se da cuenta que la corrupción llega hasta el máximo nivel y que los caballeros de Cali han comprado al presidente colombiano. Su mirada perdida mientras mira su fotografía en el tablón, sin atreverse a tacharla como hiciera orgullosamente con la de Gilberto, demuestra que sabe que lo suyo no es una victoria, menos aun cuando el enviado de la CIA le espeta lo siguiente: "no estés triste Agente Peña, siempre hay nuevos malos. Los creamos a diario. Pero lo mires como lo mires, eres el agente que ha puesto las esposas a dos de los Padrinos de Cali. No es un logro pequeño". Pero Peña sabe que sí lo es, que la muerte de Franklin Jurado y la de tantos otros ha sido para nada y por ello decide dar un paso más y arrojar por la borda su carrera. Sabe que con ello tampoco logrará ganar la famosa guerra contra la droga pero, al decir la verdad, su derrota será un poco menos amarga y por lo menos podrá cerrar algunas heridas.

Al final intenta retirarse pero cuando está con su padre en Texas, en la frontera con México, sabe que no lo va a conseguir, que a pesar de que la guerra está perdida, él tiene que seguir luchando. La cuarta temporada de la serie ya está en producción y parece claro que México va a sustituir a Colombia como el nuevo escenario de la serie, si hay alguien que puede sustituir el carisma para el mal de Pablo Escobar, ese puede ser el 'Chapo' Guzmán, claro que eso llevaría a la serie hasta casi el presente. Así que parece claro que sus creadores han podido encontrar el filón definitivo para unas cuantas temporadas más, siempre que la audiencia siga respondiendo como hasta ahora.

Observaciones finales:

Tanto Javier Cámara como Alberto Ammán han sido de lo más destacable de esta temporada. Ammán ha sido el más destacado de los cuatro Padrinos del Cartel de Cali y ha contado con dos de las mejores escenas, la referida en la primera crónica y su llegada a la iglesia en plena misa para advertir a los hombres del Norte del Valle, ambas en modo Tony Montana. Por su parte Cámara ha tenido menos presencia pero ha sido un verdadero roba escenas, como ese momento final en el juicio en el que sigue con su divertido complejo de Napoleón.

Pedro Pascal se confirma como un gran actor, dando a su Agente Peña el halo de malditismo de un Phillip Marlowe.

Por el lado negativo, la serie debería cuidar un poco más la cantidad de acentos distintos que suenan.

Y para próximas entregas tampoco estaría mal que se esforzaran un poco más con los personajes femeninos, que en esta tercera temporada no han pasado de accesorios.

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