Ecuador pone en su sitio a Assange por tratar como a una dictadura a España

El Gobierno de Ecuador ha tenido que dar un toque al fundador de Wikileaks, Julian Assange, por sus posicionamientos con el tema de la crisis catalana.

En concreto, le recrimina sus opiniones sobre el desafío independentista en Cataluña y las críticas a España, recordándole que, como asilado, tiene la "obligación" de no realizar declaraciones que puedan perjudicar las relaciones internacionales de Ecuador. Y es que nuestro país había mostrado su malestar con este país en representación de Assange, ya que al darle cobijo en su embajada en Londres se debía hacer responsable de sus declaraciones.

El Ministerio de Exteriores ecuatoriano se ha desmarcado en un comunicado del apoyo dado por Assange a la causa independentista y ha subrayado que tales declaraciones "no representan la posición del Estado ecuatoriano". Por supuesto, tampoco lo hace en sus críticas a España, nación con la que Ecuador desea mantener las buenas relaciones y no perjudicarlas por terceros, como es este caso.

Lógicamente, Ecuador da prioridad a mantener su buena relación con España, con quien valora sus "lazos históricos y culturales". Es más, el Ministerio de Exteriores ecuatoriano toma partido y se moja, apoyando claramente la "integridad territorial" de España en contra del secesionismo catalán. Esto dice en su comunicado oficial: "En referencia a los últimos acontecimientos suscitados en España en torno a la independencia de Catalunya y a las expresiones del señor Julian Assange sobre este asunto, considera importante señalar que las mismas no representan la posición del Estado ecuatoriano".