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A fondo: Y ahora, ¿qué pasa con Cataluña?
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A fondo: Y ahora, ¿qué pasa con Cataluña?

viernes 22 de diciembre de 2017, 08:21h

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Victoria de Ciudadanos. Victoria independentista. Da igual por qué orden lo digamos, ya que ambas frases son ciertas. Las elecciones catalanas del 21 de diciembre las ha ganado con contundencia y haciendo historia la joven Inés Arrimadas. Pero, al mismo tiempo, su triunfo queda invalidado porque la oposición podrá formar gobierno y sumar sus escaños para evitar que sea la primera presidenta de Cataluña. Hay que recordar que aunque el bloque separatista pierde 2 escaños, gana en votos, ya que de la alta participación se han beneficiado todos en la parte alta de la clasificación. Así que, cabe preguntar... ¿quién será el president de todos los catalanes?

En teoría la respuesta debería ser sencilla: Carles Puigdemont. El líder de la plataforma soberanista que debutaba con la marca electoral Junts per Catalunya (JxCat) ha superado a ERC, que parecía el partido que iba a ser el nuevo líder del independentismo. Sin embargo, Puigdemont no tiene nada fácil su futuro legal. Si llega a España, deberá ser arrestado de inmediato. Nada que ver tienen sus resultados electorales con la realidad penal que le espera. Podrá recibir el acta de diputado, ya que la puede recoger un apoderado, pero nadie puede representarle para votar en el Parlament su propia investidura o cualquier otra cuestión.

Por contra, Oriol Junqueras, aunque ha tenido que ver cómo quedaba en tercer lugar cuando las encuestas le ponían a ERC en primera posición, puede que a partir del 4 de enero tenga muy buenas noticias. Será cuando el Tribunal Supremo atienda su recurso para salir de prisión y a su favor está la comparecencia voluntaria que en su día le llevó a la cárcel. Nada que ver con el acto de rebeldía de Puigdemont huyendo a Bruselas.

Así las cosas, aunque alguien de la candidatura de JxCat fuera el siguiente en la lista para investirse como president, ERC tendrá mucho que decir. La CUP, poco. Básicamente, los antisistema y separatistas aportarán sus 4 escaños para evitar que haya un gobierno no nacionalista, pero con su pérdida de peso en las urnas no tendrán ya espacio para exigencias y chantajes a los dos partidos grandes del soberanismo.

El resto de partidos se sometarán a 4 años (o no...) de ostracismo. El PSC de Iceta hará oposición a la oposición de Arrimadas y Ciudadanos, y poco más. Catalunya en Comú, más de lo mismo. Los comunes de Colau y podemistas de Iglesias ya no tienen más que el derecho al pataleo, pero no tendrán peso en las grandes decisiones que esperan a Cataluña en los próximos tiempos. Peor es el panorama que se le viene encima al PP. Albiol debería ser apartado tras su batacazo electoral, pasando de 11 a 3 escaños, y renovar el partido del artículo 155 con savia nueva. Eso sí, también entre todos deberán apartar etiquetas como ésta del artículo 155. Ciudadanos ha ganado las elecciones haciendo también campaña a favor y sacando pecho por haber presionado al Gobierno de Rajoy para que lo aplicase.

Todos tienen su pasado, tienen errores cometidos y palabras dichas de más. El caso es que llega una legislatura donde, en realidad, el guión ya está escrito: habrá Govern nacionalista e independentista de corazón. Pero sabe que si regresa a la vía secesionista será de nuevo apartado vía Constitución. Podrá renovar embajadas en el extranjero, llenar Cataluña de esteladas, hablar de futuros referéndums... pero la realidad es la que es: nadie en Europa les apoya para proclamar una República independiente.

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