Julia Martín, mucho más que una música, nos muestra su original faceta pictórica

El espacio del café La Palma contará hasta el 4 de febrero no sólo con algunos de las últimas piezas en las que ha estado trabajando Julia Martín, sino que el lugar acogerá una retrospectiva de su trayectoria artística para hacer un repaso general sobre su original y creativo material plástico.

Caminando entre paisajes psicodélicos y composiciones abstractas que evocan figuras y lugares comunes, se mueve y envuelve esta polivalente artista, destacada como base en la percusión de Rufus T. Firefly, también como pintora de sello y vitola propios. Se trata de una exposición introspectiva de cuadros que combinan la unión de las formas y sus colores para transportar al espectador a lugares oníricos.

Mezclando técnicas, texturas y colores acrílicos, Julia Martín representan la sencillez y armonía con la única intención de acercar al individuo a un mundo íntimo que incita a la contemplación de lo salvaje y natural.

Es la primera exposición que realiza ella, aunque unos años atrás hizo varias colectivas y sólo lleve un par de cuadros: "Por eso es tan importante esto para mí y me hace especial ilusión", afirma, para añaidr que es una retrospectiva, porque como tenía mucho material en el armario lee costaba decidirse y pensó "que lo mejor era enseñar un poco de todo".