Un hombre de 31 años ha fallecido este viernes tras ser tiroteado a la altura del número 4 de la calle Fernando El Católico, en el madrileño barrio de Arapiles. El móvil del crimen ha sido un ajuste de cuentas entre dos clanes gitanos rivales, al parecer por una venganza.
Un varón de etnia gitana de 31 años ha fallecido este viernes en la calle Fernando El Católico tras ser tiroteado por miembros de un clan rival.
Los testigos presenciales fueron muchos, ya que esta calle estaba muy concurrida a la hora del suceso, cerca de las 18:30 horas. Se trata de una zona comercial con mucho movimiento, y el punto exacto del tiroteo fue a escasos metros de El Corte Inglés de Vallehermoso-Arapiles y del Mercado municipal de Vallehermoso. También es un barrio con varios colegios cercanos y muchas oficinas.
Justo en el momento del asesinato pasaban varias personas por la calle y los comercios de ambas aceras presenciaron el suceso. Además, un autobús de la línea 2 de la EMT lleno de gente presenció a escasos metros los disparos y pudieron ver el trágico momento.
En el vídeo se pueden ver los instantes posteriores a los disparos y la huida de los presuntos asesinos:
Además, los vecinos de la calle pudieron grabar con sus teléfonos móviles los instantes justo posteriores a los disparos. Un grupo de entre una y 3 personas le dispararon por la espalda cuando el fallecido estaba acompañado por su madre. Según ha podido saber Diariocrítico, testigo posterior de los hechos de manera presencial, madre e hijo salían en ese instante del despacho del conocido abogado Marcos García Montes, justo enfrente del tiroteo.
Según un testigo presencial, el abogado García Montes llevaba el caso de esta familia gitana, que habría sido autora presuntamente del asesinato de uno de los padres de los autores materiales de los disparos. Éstos habían seguido a la víctima, con antecedentes penales, hasta el despacho y esperaron su salida en plena calle, con un plan de huida preparado. Todos escaparon por la misma calle, amenazando con el arma homicida a los viandantes, y escapando en un vehículo preparado para la fuga. Al parecer llevaban los rostros cubiertos.
La madre de la víctima mortal forcajeó con uno de los presuntos asesinos y después atendió a su hijo, que fue asistido pronto por los servicios del Samur, quienes intentaron la reanimación cardiorespiratoria por casi 45 minutos, según testigos, sin éxito. Pronto certificaron su fallecimiento. No fue hasta más de 2 horas despues que el juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver tras certificar su fallecimiento por muerte violenta.
La Policía Nacional había cortado la calle, de un solo sentido de circulación, por ambos extremos, entre las calles Magallanes y Vallehermoso. Después fue ampliando la zona acotada ante la numerosa afluencia de vecinos y viandantes que copaban las aceras. Cerca de las 22:00 horas retiraron las cintas y permitieron la circulación con normalidad. La zona de los disparos, que le alcanzaron por la espalda al fallecido, tuvo lugar frente a una frutería, quedando totalmente limpiada tras la toma de pruebas y otras evidencias del crimen.
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