El Madrid empieza una campaña de defensa contra el antimadridismo del planeta futbolístico

Primero fue Isco, después Zidane, luego Lucas Vázquez, e igualmente otros jugadores como Marcelo se han ido pronuciando en los últimos tiempos sobre este asunto del creciente antimadridismo, el cual ha pasado de ser un sentimiento a ser una auténtica campaña de desprestigio y de calumnias hacia el club blanco. Tachar de tramposo al equipo madridista y acusarle de comprar competiciones y sorteos, con el incidente del penalti ante la Juventus, ha sido la gota que colmó el vaso en la paciencia de la entidad de Chamartín.

El club ha dicho basta, y su presidente, Florentino Pérez, ya se está asesorando con su equipo legal para saber hasta dónde llegar en este ejercicio de legítima defensa contra los ataques mediáticos y societarios de otras entidades. Desde acusaciones de comprar partidos o árbitros a hacer que los sorteos de las competiciones en las que participa, el antimadridismo ha crecido desde que el club ha pasado a ser el indiscutible Rey de Europa. Lucas Vázquez lo considera "envidia", en un acto reflejo de hartazgo, pero Florentino considera que hay peligros mayores que pensar en simples envidiosos.

Desde Italia, eso sí, apenas se ha dado bola a la teoría victimista de la Juventus tras caer en cuartos de final víctima de un penalti que para muchos fue dudoso, pero que realmente no tiene discusión. Una cosa es del debate entre aficionados al fútbol, más que legítimo, y otra cosa es la dura acusación de comprar el partido por parte del Real Madrid. En el club entienden que a veces los árbitros favorecen con sus errores y que, en otras, perjudican. Pero insinuar un favoritismo arbitral de manera sistemática ha ofendido al club, así como los supuestos apaños de los sorteos en Champions League, así como en Copa del Rey.

El Madrid se defiende con hechos: a veces han podido tocar en suerte rivales asequibles, pero lleva dos temporadas enfrentándose a huesos europeos. El mejor ejemplo lo presenta este año: PSG, Juventus y Bayern de Múnich han sido los rivales en los sorteos para intentar llegar a la final.

En estos momentos, el club espera que las aguas se apacigüen, pero no descarta medidas legales si continúan los ataques. La prioridad será preservar su imagen, cueste lo que cueste. El que acuse de compras y favoritismos deberá aportar pruebas y, si no, podría ser acusado de injurias y calumnias.