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Sergio Flores fue ovacionado

Espada pasea la oreja que cortó a su primer toro
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Espada pasea la oreja que cortó a su primer toro (Foto: Plaza1)

San Isidro: oreja facilonga para Espada en interesante corrida de Baltasar Ibán

Alberto Aguilar, obilgado a saludar al deshacerse el paseíllo, actuaba por última vez en Las Ventas

domingo 13 de mayo de 2018, 22:45h

Unos ponen el listón por las nubes o casi y otros las regalan o casi. Porque si a Fortes le negó el usía una merecidísima oreja el pasado viernes, a Francisco José Espada, que no estuvo mal, le tocó la lotería este domingo con el presidente que le otorgó un trofeo de esos que pronto pasan al olvido. En un encierro desigual pero de mucho interés de Baltasar Ibán, Sergio Flores y Alberto Aguilar, que se despedía cumplieron.

Era el adiós con el corazón de uno de los coletudos con menor reconocimiento y menor suerte a la que merecían sus méritos casi siempre con las corridas duras. Y Alberto Aguilar -al que la gente obligó a saludar tras concluir el paseíllo-, afectado desde hace tiempo por una lesión que le dificulta mucho su oficio, decidió concluir esta temporada sus casi tres lustros desde que fuera un novillero prometedor. Y para cerrar el círculo, la empresa, tampoco con muchos miramientos, volvió a anunciarle con un hierro de esas características, el de Baltasar Ibán.

Además, para variar, al madrileño le correspondió un lote, muy exigente, como fue casi todo el encierro. Exigente y correoso en manso y con peligro su primero, que, sin ser una alimaña, medía mucho, se quedaba corto en el viaje y tiraba derrotes, al cual le hizo frente Aguilar con oficio y gallardía.

Exigente también su último enemigo en Madrid pero por su movilidad y casta, que pedía el carnet de coletudo lidiador y con ánimo. Aguilar se lo mostró a medias y lo intentó pasándoselo cerca al principio pero no apostó en su despedida por la heroicidad que podía llevar al triunfo… y a la cornada. El vallecano fue desistiendo y dijo adiós con dignidad.

Igualmente digno o un punto más, sobre todo teniendo en cuenta lo poco que actúa, anduvo Francisco José Espada con su primer burel, también codicioso. Le hizo una faena irregular en la que intercaló series por ambas manos destacando los pases de pecho, muy largos y marcados siempre al hombro contrario y un bello cambio de mano.

A pesar de su buena voluntad y a las ajustadas manoletinas finales, faltó mando y no llegó a redondear, aparte de que además sufrió un desarme. Pero Justo Polo, desde el palco presidencial, no pensó así y le concedió una oreja –con algunas protestas- con menos petición que la que hubo dos días antes para Fortes cuando su colega Magán no desenfundó el pañuelo.

En cualquier caso estaba claro que para el de Fuenlabrada se presentaba la opción de abrir la soñada Puerta Grande, pero el coletudo, de nuevo falto de poder, no llegó a acoplarse con la movilidad y embestida zigzagueante del último, que casi fue al corral por los desaciertos de Espada con las armas toricidas.

Volvía a Las Ventas, donde barruntó su carrera novilleril a base de valor cortando varios trofeos Sergio Flores, que aprobó con nota en el que hacía segundo, mansote y algo violento, pero al que el mexicano con quietud y firmeza fue capaz de robarle algunos redondos y naturales que gustaron al cotarro. Sin embargo Flores, ayuno de temple y recursos, no se entendió con el noblote quinto que echaba la carota arriba, defecto que el de Apizaco no fue capaz de superar.

FICHA

Toros de BALTASAR IBÁN, bien presentados menos 2º, de juego desigual con 3º y 4º encastados, 1º peligroso y resto manejables. ALBERTO AGUILAR: silencio; silencio tras aviso. SERGIO FLORES: ovación; silencio. FRANCISCO JOSÉ ESPADA: oreja; silencio tras dos avisos. Plaza de Las Ventas, 13 de mayo, 6ª de Feria. Dos tercios de entrada,

Crónica del festejo a pie anterior

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