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¿Regreso al bipartidismo o a las dos Españas?

miércoles 01 de agosto de 2018, 09:37h

Las últimas encuestas publicadas muestran todavía un apreciable reparto del voto entre cuatro fuerzas políticas, pero también apuntan a un repunte de los dos partidos tradicionales, PP y PSOE. Por eso algunos medios de comunicación han comenzado a especular con el regreso del bipartidismo. Tal pronóstico sería acertado si ese repunte se diera en un clima de normalidad, pero con el horizonte de crispación que se divisa, el análisis debe ser otro.

En primer lugar, hay que decir que ni el PSOE ni el PP crecen realmente, sino que más bien sus respectivos competidores, Podemos y Ciudadanos, se empequeñecen, si se toma como referencia la tendencia de los sondeos a principio de año. Las causas del sostenimiento del PSOE son más simples: se trata de la recuperación del voto útil de la izquierda, la que entiende que hay que sacar al PP de los poderes públicos a como dé lugar. Pero la causa del sostenimiento del PP es más compleja y también más preocupante.

Algunos periódicos de derecha han lanzado las campanas al vuelo asegurando que Casado va a salvar al PP de la caída, con la recuperación de un discurso duro y aznarista. Pero quizás confundan sus deseos con la realidad. En primer lugar, hacer juicios rotundos sobre la base de movimientos de punto y medio en los sondeos no parece recomendable. Pero, cierto, eso no elimina la posibilidad de que pueda ser cierto que una parte del electorado del PP aprecie el endurecimiento de su discurso. Ahora bien, si eso se mantiene cabria la pregunta: ¿estamos ante un giro a la derecha del electorado conservador en España?

En pocas palabras, no se trata tanto de que Casado sea muy convincente, sino que estaría respondiendo a un movimiento más profundo y extenso hacia la derecha de esa cultura conservadora española, que, nos guste o no, sigue siendo cerca de la mitad del país, sobre todo cuando el centro sociopolítico también se inclina hacia posiciones más conservadoras.

Pero si ese giro hacia la derecha del electorado conservador fuera cierto, entonces estamos en vías de una crisis política considerable. O dicho a la inversa: las diversas crisis, territorial, migratoria, de confianza, serian el escenario propicio para un giro a la derecha del voto conservador. Y el escenario resultante consistiría en una escalada de la confrontación política nacional.

En esas condiciones, no sería de extrañar una fuga hacia delante de los principales contendientes políticos. Eso no sería nada nuevo en Pedro Sánchez, que ha hecho de esa forma de operar su principal capital político. Tratar de ser más progre que nadie podría encaminar al gobierno hacia un manejo irresponsable de la crisis migratoria, o hacia un enredo monumental con los independentistas. Y por parte del PP, tratar de ser duro, puede conducirle a abandonar toda suerte de leal oposición buscando la caída del Gobierno de Sánchez a cualquier precio, que pagaría el país. O sea, adiós al sentido de Estado por parte de las dos principales fuerzas políticas. Vaya escenario tan seductor.

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