El 20-N conmemora entre los nostálgicos del régimen franquista el fallecimiento en 1975 de Francisco Franco. Pero este 20-N ha sido también especial en las Cortes, porque hábilmente el PSOE ha provocado que en el Senado el PP tenga que retratarse con su posición política en una moción que busca votar la condena del Estado de derecho y democrático al régimen franquista. Sin embargo, el PP ha modificado esa moción para que también se condenen otros regímenes de antecedentes oscuros en la historia, como son los regímenes comunistas.
En concreto, el partido azul quiere que la moción sirva para "prohibir cualquier fundación o asociación que exalte o glorifique el nazismo, el fascismo, el comunismo y todas aquellas ideologías populistas que fomentan el enfrentamiento entre ciudadanos". Dejan claro que, por supuesto, condenan la dictadura franquista y "cualquier acto de exaltación de la misma", pero añadiendo rechazar también el comunismo. Para finalizar, en su escrito, el PP destaca que su empeño es "seguir protegiendo los valores fundamentales de nuestra democracia recogidos en nuestra Constitución Española del 78".
El PSOE no se sintió satisfecho y consideró que se deja una "sombra de dudas sobre la condena al franquismo". "Hay que recordar que hay formaciones que se ponen de costado o evitan condenar sin ambages el régimen", insistió el portavoz socialista en el Senado, Ander Gil.
Según apuntaba ayer el diario 'La Razón', la moción tiene como objetivo "incomodar al PP".
La jugada política del PSOE es grande, porque el PP tiene mayoría absoluta y sin su 'ok', la condena al franquismo quedará debilitada y será la conclusión que saque de una de las cámaras que ostentan el poder legislativo de un país democrático y de derecho. El PP se queja de que la votación no sea sólo una condena al régimen dictatorial, que hubiera facilitado un voto afirmativo, sino que la moción incluye estar a favor de la exhumación de los restos mortales de Franco del Valle de los Caídos y prohibir la Fundación Francisco Franco.
Una situación delicada porque el PP se ve en la obligación de ponerse en situación de 'o todo o nada', la cual le incomoda mucho. En Génova tienen claro la intención de condenar el franquismo, aunque con matices, como es la condena también para el régimen republicano y alguna de sus medidas en los años más revueltos de la época. Pero votar a favor de la exhumación y de prohibir la fundación franquista le coloca en un brete de lo más tenso.
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