Un día después de las elecciones andaluzas, las calculadoras son las que echan humo para conocer cómo será el nuevo Ejecutivo regional. Una vez que Susana Díaz ha visto dismunuido el poder del PSOE, con 14 escaños menos, se ve en una situación casi imposible para poder seguir gobernando. Es la oposición, con partidos como PP y Ciudadanos, principalmente, la que inicia una estrategia de negociación y desgaste del rival para ver quién se sienta en el palacio de San Telmo.
Éstas son las posibles combinaciones para formar gobierno:
PSOE + Adelante Andalucía (50 escaños)
Era el pacto más esperado estas últimas semanas. Juntos suman 50 escaños, insuficientes para garantizarse la mayoría absoluta, que la marcan tener al menos 55 diputados. Podrían gobernar en minoría si el resto de la oposición no se niega a la investidura de Díaz, algo improbable con esta combinación de centro-izquierda e izquierda radical. Además, a priori, Teresa Rodríguez se niega a este acuerdo.
PSOE + Ciudadanos (54 escaños)
Supondría reeditar el pacto que se terminó este año y provocó el adelanto electoral. Es por tanto más que imposible, porque Juan Marín acudió a las urnas prometiendo un cambio de gobierno, poniendo fin al socialismo, al precio que fuese. Ahora que tiene posibilidades matemáticas de cumplirlo, sería difícil ver tal ejercicio de 'veleta' política. Juntos suman, eso sí, 54 escaños, aún sin mayoría absoluta pero cerca.
PSOE + Adelante Andalucía + Ciudadanos (71 escaños)
Rizando el rizo, el PSOE podría prometer a los partidos de la oposición más allegados un gran pacto instrumental bajo la excusa de cortar el camino a la ultraderecha, representada por VOX. Juntos suman 71 escaños y podrían funcionar con acuerdos puntuales y adelantar elecciones en unos 2 años, cuando las aguas estén más tranquilas tras un periodo de transición que haga pasar las elecciones generales, las autonómicas, las municipales y las europeas.
PP + Ciudadanos (47 escaños)
A priori es el pacto más fácil y previsible de todos. En la Comunidad de Madrid y en otras regiones y ayuntamientos han tenido experiencias de colaboración y pese a las tiranteces comunes, el centro-derecha y la derecha se podría poner de acuerdo para cumplir su sueño: acabar con casi 4 décadas de socialismo en Andalucía. Lo malo es que juntos suman sólo 47 escaños, a 8 de la mayoría absoluta, por lo que tendrían que gobernar en minoría o llegar a acuerdos puntuales con VOX. Otro problema es decidir quién sería el presidente y el vicepresidente. Lo lógico es que la lista más votada de las dos, la del PP, mande en esa jerarquía del pacto, pero Marín exige ser el presidente para poder negociar.
PP + Ciudadanos + VOX (59 escaños)
Es el pacto del miedo: las derechas, aliadas con la extrema derecha para cambiar el color del poder en Andalucía a cualquier precio. La izquierda está alertando sobre este acuerdo tan grande, que se garantiza la mayoría absoluta pero tendría costes muy graves a medio y largo plazo tanto para el PP como para Ciudadanos, ya que una alianza con VOX podría convertirse en un arma de doble filo.
PSOE + PP + Ciudadanos (80 escaños)
Las 3 fuerzas constitucionalistas por excelencia, unidas por un objetivo común. Como el teórico pacto instrumental de PSOE + Adelante Andalucía + Ciudadanos, el objetivo sería avanzar en el tiempo garantizando estabilidad a Andalucía y poner una fecha en el calendario para otras elecciones más allá de 2 años, cuando pasen el resto de elecciones en el país. Este pacto no es tan complicado, ya que los 3 partidos se entendieron para aplicar el artículo 155 en Cataluña tras el proceso sobernista catalán. Además, PP y Cs agradecen a Susana Díaz su visión sobre el independentismo catalán, mucho más radical que la de Pedro Sánchez. También sería un arma para que tanto Díaz como PP y PSOE debilitasen a Sánchez como presidente del país.
PP en minoría (26 escaños)
Sería una última posibilidad que sólo el PP se garantiza. Ciudadanos y VOX estarían dispuestos, por qué no, a permitir una investidura de Juanma Moreno a cambio de luego influir en el día a día del Gobierno de la Junta. También sería un pacto con fecha de caducidad, pero permitiría derribar a Díaz, el gran objetivo de los 3, y mientras ganarían fuerza y experiencia en este nuevo papel.
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