¡Ya somos Europa!

¡Ya somos Europa! España, cuarta economía de la zona Euro, no podía ser menos que las modernas Francia, Alemania, o Italia, y ya tiene su extrema derecha; VOX.

Con nombre de diccionario, por supuesto, español, la formación de Santiago Abascal inicia la reconquista 500 años después de que la reconquista terminara. Ya puede respirar la Caverna, que veía peligrar las puertas del cielo (en este caso del suyo) con el asalto de la horda morada.

Vox, un partido socialmente ordenado, cuyo líder, amamantado a los pechos políticos de Esperanza Aguirre, tiene un mensaje claro: España, España, España, y como blan B, bandera de España.

Ya no habrá hambre, problemas económicos ni sociales, podremos comer bandera tres veces al día, cinco si hacemos caso a nutricionistas y expertos.

Abascal, un político hecho, derecho, (nunca izquierdo) y con pelos en el pecho, que viene a poner orden. Concretamente orden preconstitucional, de cuando el aborto se practicaba en el extranjero. Un viaje al fondo del armario para el colectivo LGTBI, donde reencontrarse con las sombras de su pasado. Y todo, correctamente aromatizado siempre, con un intenso olor a naftalina como dios manda, porque si eres de derechas, a dios tienes obligación de meterlo en todas partes.

El otro gran problema que combate Abascal es la inmigración, pero solo si es ilegal. Por ejemplo, si llegas en patera muriéndote de hambre, eres ilegal. Si eres un príncipe árabe que viola los derechos humanos todos los días, eres legal. Si has llegado en patera, además, vas a quitarle las ayudas a la gente de aquí, y a delinquir. Si eres legal, primero te vas a llevar el dinero de aquí a cambio de petróleo, pero no doscientos euros al mes por hijo, te vas a llevar miles de millones. Luego, una parte del dinero que te llevaste de aquí, lo vas a devolver a cambio de armas para matar gente en Yemen o periodistas en Turquía. Pero como los matas allí, a nadie le importa. Además, el inmigrante ilegal no reparte comisiones del dinero que le dan en ayudas, mientras que el inmigrante legal unta a todo el que haga falta en la administración para llevarse el dinero, que total, también lo pagamos los demás, y así, sí. Inmigración legal sí, que con ella, contento el rey, contento el IBEX, España sonríe.

Al final, la gran amenaza para España no era acabar como Cuba o como Venezuela, la gran amenaza de España, es acabar como la España de siempre; la que retrataba Delibes en sus libros de señoritos y criadas

Una losa de granito, en el interior de un túnel escavado en las profundidades de una montaña rematada por un crucifijo de ciento cincuenta metros de alto, ¿Qué pudo fallar? al final los fantasmas del franquismo salieron, seguramente porque en la transición modélica, Franco entró en la fosa, pero sus fantasmas se quedaron fuera, mandando, y ahora, por si teníamos dudas, ya llevan carnet, el de VOX.