Julen murió por caer en el pozo, y no por las primeras labores de rescate

El informe definitivo de autopsia realizado a Julen Roselló, el niño de 2 años que fue encontrado sin vida el 26 de enero, 13 días después de caer a un pozo de Totalán (Málaga), señala que el pequeño murió por la caída en el agujero. Además, los forenses descartan que en el fallecimiento incidiera la acción de la piqueta utilizada en las labores de rescate.

El niño cayó rápidamente hasta topar con tierra a 71 metros de profundidad y quedó atrapado por encima por un tapón de arena sobre cuya formación hay varias hipótesis, entre ellas, la que cobra más fuerza, la que apunta a que habrían sido los golpes de la propia caída los que habrían removido la tierra de las paredes.

Los encargados de transmitir la información del fallecimiento confirmado fueron los agentes de la Guardia Civil, quienes se dirigieron a la casa donde estaban los padres del niño, José Roselló y Victoria García, Vicky.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) reconstruyeron los hechos ocurridos a través de la declaración de José y Victoria y testimonios de los testigos como el dueño de la finca, pareja de un familiar de José. Y también de la persona que ejecutó el pozo, Antonio Sánchez, máximo responsable de la empresa Triben Perforaciones. Este último negó a la Guardia Civil haber destapado la prospección, insistiendo en que él dejó el pozo perfectamente cubierto cuando terminó su labor.