Casado ya no se mofa del CIS y prefiere disparar a la división de sus aliados de centro-derecha

Tras el batacazo electoral del 28 de abril en las generales ya no hay espacio en el PP para mofarse de la encuesta del CIS. Es lo que ha ocurrido anoche, cuando Casado inauguraba la nueva campaña electoral, esta vez para los comicios europeos, autonómicos y municipales, no criticando los sondeos, que le son muy negativos de nuevo, sino a la división de la derecha.

Casado reiteró que cuando el centro-derecha vota dividido gobierna la izquierda, y que cuando hay menos PP hay más nacionalismo y acaban gobernando aquellos que no quieren una España unida. Y es que según los sondeos, el PP podría perder algunas de las autonomías donde gobernaba, como la Comunidad de Madrid o Castilla y León entre ellas, por la división del frente de centro-derecha, representado por su propio partido, Ciudadanos y Vox.

Ya en un tono más mitinero para arengar a su electorado, Casado aseguraba en el acto de Madrid que el PP es el partido más grande de España porque sabe estar “a las duras y a las maduras”, siempre se repone, escucha y volverá a remontar y a recuperar el rumbo y el futuro de la mejor nación del mundo.

También consideró "importantísimas" las elecciones del 26-M porque si se inflige un correctivo al PSOE, a Sánchez se le haría más difícil pactar con Podemos y ERC, y a otros que dicen ser líderes de la oposición habiendo quedado en tercer lugar “se les puede hacer muy larga la legislatura”. Recordaba asimismo que cada vez que el PSOE gobierna “funde la economía”, y advierte que si damos un cheque en blanco a Sánchez después de las elecciones, subirá los impuestos y nos llevará “al hoyo de la recesión” como hizo Zapatero.

Según el CIS, el PP sólo podría retener los gobiernos autonómico de La Rioja, Murcia y Castilla y León, mientras que perdería la Comunidad de Madrid y su influencia en el gobierno canario, que pasaría a ser socialista y no regionalista.