'Tribu': hacia la regresión

Seguimos dentro de Surge 2019 y en la madrileña Sala cuarta Pared para asistir a una nueva propuesta escénica, la de Colectivo Fango, que ya presentó su F.O.M.O. –surgido también en la edición de 2017 del Festival Surge, y que unos meses más tarde se representó en la sede del Centro Dramático Nacional. El nuevo trabajo, ‘Tribu’, dirigido por Camilo Vásquez y con la coordinación dramatúrgica de Sergio Martínez Vila, explora de nuevo los más recónditos recovecos del alma humana y sitúa al espectador frente a una realidad incómoda.

Cinco amigos –tres chicas y dos chicos-, se reúnen en casa de uno de ellos para tomar algo, hacerse unas risas y contar episodios personales de esos que uno tiene guardados en el baúl de los recuerdos porque no considera precisamente ejemplares. Vienen de distintas procedencias y, por tanto, tienen también experiencias muy diversas. Todos se sorprenden al conocer que uno de ellos, cuando era preadolescente, allí en el pueblo, había retorcido el cuello a las gallinas o desnucado a los conejos para matarlos, antes de que acaben hechos en pepitoria o a la cazuela; otro ha trabajado de “pichonero” en esa actividad pseudodeportiva del tiro al pichón; una tercera relata su primer encuentro con la muerte al atisbar a un hombre ruso ahogado en medio de una paradisíaca playa de las costas de Brasil…

Así discurre la velada, entre degustaciones y vinitos, entre confesión y confesión, contados con naturalidad envidiable por parte de todos los actores de ‘Tribu’ Ángela Boix, Fabia Castro, Trigo Gómez, Manuel Minaya y Rafuska Marks. Así, hasta que en un punto de la reunión, y tras uno de esos silencios que se instalan en medio del grupo, uno de ellos emite sonidos ancestrales, adopta movimientos extraños, casi primigenios y salvajes, y es imitado por los demás, que dejan de hablar, y se limitan a seguir lanzando esos sonidos guturales y chillidos profundos que parecen haberlos transformado radicalmente. Si Kubrick tuviera que filmar una secuencia del drama, probablemente hubiera recurrido a la misma idea del comienzo de ‘2001, una odisea en el espacio’, pero en sentido inverso.

La escenografía de Silvia de Marta presenta un gran barreño de cinc lleno de agua, situado al lado de una mesa alargada y unas cuantas sillas alrededor, colocadas delante de un gran telón blanco, que ayuda a concentrar la mirada del espectador en el grupo, y a que la luz de Juan Miguel Alcarría pronuncie sus efectos. El moderno vestuario es de Elisa Vidal Rizu y Natalia Fernandes se ha ocupado de los complicados movimientos del grupo, sobre todo cuando inician su regresión evolutiva.

La propuesta dramática no nos parece que aún esté concluida porque no hay transición clara entre el estadio inicial de los amigos, el de la sociedad de nuestros días, y esa regresión evolutiva a los primeros estadios de la humanidad, pero estamos seguros de que el tándem formado por Sergio Martínez Vila y Camilo Vásquez sabrán encontrar la forma de hacerlo y, con ello, provocar la convulsión profunda del espectador hasta hacerle cuestionarse si la sociedad de hoy es la mejor de las posibles.

‘Tribu’

Dramaturgia: Sergio Martínez Vila

Dirección: Camilo Vásquez

Intérpretes: Ángela Boix, Fabia Castro, Trigo Gómez, Manuel Minaya y Rafuska Marks

Escenógrafa: Silvia de Marta

Vestuarista: Elisa Vidal Rizu

Coreógrafa: Natalia Fernandes

Creador técnico: Juan Miguel Alcarría

Foto y vídeo: Danilo Moroni

Ayudante de dirección: Beatriz Jaén
Productor y distribuidor: Colectivo Fango
Sala Cuarta Pared, Madrid

Del 23 al 25 de mayo de 2019