En apenas horas ya se pudo notar que la consulta de Podemos a sus bases iba a ser un torpedo para terminar de hacer explotar las negociaciones con el PSOE para cerrar la investidura de Pedro Sánchez. Un nuevo palo en las ruedas que, al parecer, ha hecho perder la paciencia al aspirante a la reelección y que podría terminar por tirar la toalla y pedir nuevas elecciones.
Pablo Iglesias ha dinamitado las relaciones con el PSOE preguntando a las bases si apoyar a Sánchez con las distintas condiciones que están sobre la mesa, es decir, un gobierno monocolor como pretenden los socialistas, o con la exigencia de un gobierno de coalición donde entre Podemos con peso, ocupando puestos clave para el Ejecutivo.
La portavoz de Podemos Noelia Vera fue la encargada ayer viernes de presentar ante la prensa dicha consulta: "Abrimos una consulta a nuestros inscritos e inscritas para que decidan qué rumbo tomaremos a partir del lunes. La pregunta será la siguiente: ¿Cómo deben votar los diputados y las diputadas de Podemos en las sesiones de investidura de la XIII legislatura?".
De esta manera, las 2 opciones son las siguientes: la primera plantea: "Para hacer presidente a Pedro Sánchez, es necesario llegar a un acuerdo integral de Gobierno de coalición (programático y equipos), sin vetos, donde las fuerzas de la coalición tengan una representación razonablemente proporcional a sus votos".
Por su parte, la segunda opción explica: "Para hacer presidente a Pedro Sánchez (ya sea mediante el voto a favor o la abstención), basta con la propuesta del PSOE: un Gobierno diseñado únicamente por el PSOE, colaboración en niveles administrativos subordinados al Gobierno y acuerdo programático".
Debates internos
Tal ha sido la polémica que incluso en Podemos hay fractura. Es el visible y notable caso de la coordinadora general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, quien anunciaba en sus redes socailes que no votará en la consulta por las discrepancias que mantiene por su convocatoria y sus formas. Argumentaba que las formas no le convencían porque las "opciones son abiertamente tendenciosas. La pregunta debería ser: pacto de gobierno con el PSOE sí, no o abstención, y dar los detalles del pacto que se somete a consulta".
Y terminaba de explotar con esta sentencia: "La pregunta tal y como está planteada es abiertamente tendenciosa, olvida otras opciones posibles y es, lamentablemente, un verdadero insulto a la inteligencia que denota falta de confianza en los argumentos que se tienen para defender un pacto a toda costa".
En la dirección de Podemos callan sobre Rodríguez, ya acostumbrados a la disidencia casi continua de la andaluza, quien mantiene su propio reino independiente del poder de Iglesias. Rodríguez no quiere un pacto fácil con el PSOE y defiende una postura aún más dura que la de Iglesias respecto a los socialistas, a los que acusa de ser un partido "históricamente habituado a defraudar".
Malestar también en el PSOE
Además, esta consulta convocada por Iglesias ha terminado de agravar las relaciones entre él y Sánchez, porque al parecer en el entorno socialista están indignados ya que el líder del partido morado no mencionó que fuera a celebrarla en el encuentro que mantuvieron ambos líderes.
Pero los reproches son recíprocos: en Podemos se quejan de que Sánchez va a golpe de bombazo en los medios, anunciando llamadas telefónicas en la televisión o filtrando a los medios que iba ahora a ofrecer algún ministerio técnico y bajo peso a Podemos, sin comentarlo antes al socio.
Oficialmente no se va admitir de cara al público. La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, defendió ayer tras la reunión del Consejo que la decisión de Iglesias de convocar la consulta "no dinamita" las conversaciones. Pero internamente, defienden algunos medios, es que claramente sí. Hay poco más que acordar antes de la semana de la investidura, que comienza el lunes 22.
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