Los ami-enemigos están ahora mas alejados que nunca. Así se desprende de las declaraciones hechas por unos y por otros ese lunes, que dejan entrever que las negociaciones para formar un Gobierno en la Comunidad de Madrid siguen bloqueadas.
Pese a las sospechas de que hay un pacto guardado bajo llave a la espera de dejar pasar el huracán de la política nacional, el cruce de acusaciones entre Ciudadanos y Vox sigue vigente y entorpece la investidura de la candidata popular, Isabel Díaz Ayuso. Y así quedó demostrado en la primera jorndada del pleno de investidura de Pedro Sánchez.
Tanto Ayuso como Ignacio Aguado (Cs) hicieron sendas declaraciones en el patio del Congreso, adonde acudieron para ver a sus jefes -Pablo Casado y Albert Rivera, respectivamente- diciendo "no" al candidato socialista a mantenerse en la Moncloa.
La líder autonómica del PP se reafirmó en pedir a ambos extremos de su cuerda pactista que dejen ya "el bloqueo por el bloqueo" y permitan "entre mañana y pasado" (por el martes y el miércoles) cerrar el pacto a tres bandas que le permita convertirse antes de agosto en la nueva presidenta regional. Ayuso confía en Pedro Rollán como jefe del Ejecutivo en funciones pero recuerda siempre que "eso no es lo que mandataron las urnas" e insiste en formar nuevo Gobierno cuanto antes.
Además, tras recordar que las 155 medidas acordadas ya con Ciudadanos incluye también las peticiones de Vox, incidió en que no hay motivos para que no desatar el nudo madrileño, sobre todo, una vez que dicha situación ya se ha resuelto en Murcia. Por ello, en el PP no entienden qué diferencia hay y por qué los líderes madrileños de ambas formaciones no son capaces de ponerse de acuerdo también en Madrid.
Mientras, ellos siguen a la gresca en una batalla que nadie parece conquistar. Rocío Monasterio -que permaneció todo el dia en la Cámara baja sin querer hacerse fotos ni ofrecer declaraciones a los medios- no dejará que Aguado se lleve sus votos gratis. "Lo primero que tienen que hacer es dejar de insultarnos, para empezar", sentencian fuentes de su formación.
Otras muestran las diferencias entre Murcia y Madrid: "Allí se sentaron a negociar. Aquí no han vuelto a decirnos nada", señalan.
En el lado opuesto del triángulo, Aguado culpa a Vox de la situación actual. Él pide que los de Monasterio acepten de una vez el acuerdo cerrado con el PP y que así se lo hagan saber al diputado de sus filas Juan Trinidad.
Nueva ronda de consultas
Precisamente, la propia Ayuso ha solicitado este mismo lunes al presidente de la Asamblea que convoque de inmediato -este mismo miércoles- la ronda de contactos necesaria para poder convocar un nuevo pleno de investidura. Tras la misma -que podría producirse de forma exprés, como la última vez-, Trinidad podrá convocar el nuevo pleno en un plazo de entre 3 y 7 días.
El objetivo de los populares es que eso ocurra el 31 de julio, día en el que Ayuso presentaría su programa de Gobierno en el Hemiciclo para luego ser debatido y votado al día siguiente. Ya el 1 de agosto obtendría la mayoría absoluta(67 diputados) necesaria para hacerse con la Puerta del Sol en primera votación, ya que las tres derechas suman en total 68 escaños (30, PP; 26, Ciudadanos; 12 Vox).
"O es ahora o en septiembre...o se repiten elecciones", recuerdan fuentes del PP, que recuerdan que en agosto no hay actividad parlamentaria más allá de sesiones extraordinarias celebradas por la Diputación Permanente y, por tanto, sería "un lío" celebrar una investidura en ese mes. Además, aseguran, hay inversiones económicas pendientes de la "estabilidad" politica de Madrid. Por ello, dejar la formación de Gobierno para septiembre sería "un error", dada la cercanía del importante debate de Presupuestos.
Pero para que se cumplan los deseos de Génova es necesario que la relación entre sus dos futuros socios -que incluso se dedican insultos mutuos en privado- se ablande. A día de hoy, el cruce de acusaciones vuela como un boomerang y tira por tierra toda ilusión de que haya un pacto cerrado bajo llave en un cajón, pendiente de que pase la investidura (o no) de Sánchez para obtener protagonismo propio en la Asamblea de Madrid.
La pelota en el tejado de... ¿Cs o Vox?
Varias fuentes consultadas por Madridiario consideran que la pelota está ahora en el tejado de Ciudadanos, ya que es el único que saldría beneficiado de la espera. Al menos, en lo que se refiere a su intento de no ser aun más escorados hacia la extrema derecha: el objetivo sería -según las citadas fuentes de varios partidos distintos- no aglutinar noticias de su pacto con Vox en Madrid mientras mantienen su rotundo no al PSOE -el mismo partido socialista que hace 4 años pudo ser su socio de Gobierno- en el Congreso.
Otras, en cambio, siguen sin explicarse a qué se debe el "no" de Aguado a volver a sentarse con Monasterio, una vez que la foto que intentaba evitar ya se ha hecho. Y además por voluntad propia, al haber sido él mismo quien convocó la reunión a la desesperada horas antes del primer intento de investidura.
El misterio de los contactos discretos
Así las cosas, todo parece estar en manos de los naranjas, aunque su líder regional incide en que ya no depende de él, sino de los de Santiago Abascal, dar el siguiente paso. Es más, Aguado, que insiste en negar los contactos "permanentes y fluidos, pero discretos" que confirman tanto en PP como en Vox, considera suficiente cesión aquel gesto. Es, insiste, el turno de Vox para mover ficha.
Ayuso, por su parte, no se explica el retraso en el anuncio del cierre del pacto. Aguado le negó la posibilidad de que Trinidad convoque una nueva ronda de consultas, al no ver "necesidad" en hacerlo por no haberse producido "ningún cambio" en la situación de hace dos semanas.
Ella, mientras, insiste en acelerar los tiempos para ser investida antes de las vacaciones de verano y pide "responsabilidad" tanto a su derecha como a su izquierda. "No busquen ningún motivo ni ninguna excusa para seguir bloqueando esta situación. No la hay", concluyó.
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