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Bronco arranque de la sesión de control al Gobierno. Sólo un día después de que se constatara el fracaso de las negociaciones de investidura en la ronda de contactos del rey Felipe VI con los representantes de los partidos políticos, Sánchez se enfrentaba a toda la cámara.
Incluso la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha tenido que llamar al orden a los diputados ante el alboroto que generaban las palabras de Sánchez.
"Espero que los españoles den una mayoría aún más rotunda al PSOE para que ustedes no tengan la capacidad de bloquear un Gobierno que es lo que necesita España", insistió Sánchez. "Tres fuerzas políticas que han bloqueado la formación de un Gobierno", aseguró.
"Las elecciones las carga el diablo", le advirtió el popular, Pablo Casado, quien descargaba sobre su persona toda la responsabilidad del adelanto electoral. "El único que ha fracasado es usted", remachó tras considerar que el líder socialista ha demostrado que no es de fiar. “No ha buscado el acuerdo con ningún partido de esta Cámara, ha tratado a la oposición con su habitual soberbia y ha instrumentalizado las instituciones de forma soez”, insistió. “A Sánchez se le ha visto el plumero después de haber rechazado dos acuerdos de investidura a izquierda y derecha”, valoró.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, advirtió al PSOE de los bandazos hacia la derecha dados en los últimos días. "Ha intentado pactar con quienes nos llaman 'banda'", apostilló en alusión a Ciudadanos. "Han perdido una oportunidad histórica", valoró preguntándose retórico si era por incompetencia o por negligencia.
Asimismo recordó a Sánchez el peligro para la izquierda que puede suponer una abstención abultada el 10-N. "La gente está hasta los bemoles de todos nosotros", aseguró. "Ustedes son a la negociación lo que Vox al feminismo", remachó en el reparto de responsabilidades por el adelanto electoral.
Por su parte, Sánchez respondió desde la bancada del Gobierno a Rufián distanciándose del nacionalismo: "Le agradecí que ERC facilitara la formación del gobierno con su abstención, pero no tenemos mucho más en común. Nosotros defendemos la convivencia, no la independencia. Si hay un partido constitucionalista es el PSOE".
Pero los dardos hacia el líder socialista por su incapacidad de formar gobierno no cesaban. La portavoz de Unidas Podemos, Ione Belarra, insistió en que su grupo ya sostuvo un gobierno en solitario del PSOE sin que llegara a buen puerto durante 8 meses.
"Ya les dimos un gobierno gratis y no fueron ni siquiera capaces de sacar los Presupuestos Generales del Estado", recordó Belarra. Asimismo volvió a justificar la necesidad de un gobierno de coalición por considerar que de lo contrario los pactos no se cumplen como ocurrió, según enumeró Belarra, con asuntos como la lista pública de beneficiados por la amnistía fiscal, la derogación de la reforma laboral o "esta misma semana con el ducado de Primo de Rivera".
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