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Donación de médula ósea: un gesto sencillo con el valor de una vida
(Foto: MDO)

Donación de médula ósea: un gesto sencillo con el valor de una vida

Las donaciones de sangre pueden salvar vidas. Se trata de algo muy aceptado en la actualidad. Sin embargo, las donaciones de médula ósea también juegan un gran papel en la lucha contra enfermedades como la Leucemia. El conocimiento sobre sus características y el proceso de donación es aún insuficiente, y por ello se celebra este sábado el tercer Día Internacional del Donante de Médula Ósea.

Los registros sobre estas donaciones comenzaron en los años 80, pero ha sido en los últimos años cuando se ha visto un aumento de las personas implicadas en este proceso. Uno de los grandes causantes de esta mayor colaboración ha sido el Plan Nacional de Médula Ósea, iniciado en 2012.

El proyecto, con tres fases, buscaba aumentar el número de donantes del Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), creado por la Fundación Josep Carreras, de 100.000 a 200.000 en cuatro años. Tras haberse cumplido ese objetivo se estableció el de alcanzar los 400.000 donantes de médula ósea en el año 2020, pero la cifra ya se ha alcanzado en 2019.

Sin embargo, según Jorge Gayoso, responsable del Plan Nacional de Médula Ósea de la Organización Nacional de Transplantes, es importante aumentar estos números. “Es necesario tener donantes, porque hay pacientes que necesitan por su enfermedad utilizar un donante para un trasplante y no lo van a encontrar en su familia”, apunta.

La probabilidad de encontrar un donante compatible en la familia se encuentra entre el 25 y 30 por ciento. Por ello, existe un registro a nivel mundial en el que se encuentran 36 millones de personas. “A día de hoy, más del 90% de los pacientes que necesitan encontrar un donante lo van a encontrar y lo van a encontrar a tiempo”, apunta el doctor Gayoso.

En lo respectivo al nivel nacional, el registro tarda una media de 30 días en encontrar un donante compatible para el paciente que lo necesita. No obstante, lo primero es que la enfermedad esté controlada, para posteriormente pasar al inicio de la búsqueda y poder contactar al donante en cualquier parte del mundo.

Varones entre 18 y 40 años, el perfil ideal

Todos los inscritos en el registro han accedido a través de un sencillo proceso en el que se realiza un estudio para asegurar que esa persona se encuentra sana y se recogen unos datos de contacto. El rango de edad para los donantes se sitúa entre los 18 y los 40 años y el doctor apunta que es necesario aumentar el número de hombres.

“Sabemos que los varones producen mejores resultados que las mujeres, porque producen menos rechazo. Tenemos suficientes mujeres y de ellas se viene usando una de cada 4.000 o 5.000, pero entre los varones se usa uno de cada 1.000 o 2.000”, menciona.

Por el contrario, es necesario conocer todo lo que implica ser donante de médula ósea. “Hay que tener el compromiso de que hay una persona detrás, en alguna parte del mundo, que necesita de ayuda para salvar su vida”, apunta el doctor. Así, añade que hay que tener en cuenta que un llamamiento para donar se puede producir en el transcurso de unos meses o años, de manera que se debe estar realmente comprometido con lo que supone.

“Todo depende de que aparezca una persona que en el mundo, no solo en España, necesite que yo sea su donante. Yo me registro ahora como donante pero a lo mejor no me llaman hasta dentro de 3 años, de 5 años, o me llaman el mes que viene”, añade.

Los falsos mitos sobre la donación

Sin embargo, el responsable del Plan Nacional de Médula Ósea de la ONT reconoce que mucha gente siente un cierto miedo por falta de conocimiento sobre los riesgos a la hora de donar este tejido.“Hay gente que lo confunde con la médula espinal y hay un falso mito de que te pueden dejar paralítico por error de confundir la médula ósea con médula espinal”, señala. No obstante, la médula ósea es un tejido líquido-graso situado en el interior de los huesos, de manera que no existe tal riesgo a la hora de donar.

El donante solo siente una molestia similar a las agujetas

El proceso tiene dos vías. En la primera, utilizada en el 20 por ciento de los casos, se realiza bajo anestesia general o epidural y mediante punciones en los huesos de las crestas ilíacas. Así, mediante la extracción con jeringa, se extrae la suficiente cantidad de células para el paciente.

El otro método, utilizado en el 80 por ciento de los casos, se realiza mediante una donación de sangre periférica. El donante se conecta a una máquina durante tres o cuatro horas y a través de esta se le extrae la sangre, se separan las células necesarias y se le devuelve la sangre al organismo. Para que las células madre a trasplantar salgan a la sangre –proceso denominado como movilización- se realiza un tratamiento en los días anteriores y solo le queda al donante una leve molestia similar a las agujetas durante pocos días tras la donación.

Esto lo pudo experimentar en primera persona Sonia Bhass Martín, quien ya meditó la posibilidad de registrarse como donante y decidió dar el paso tras conocer la historia de Pablo Ráez. Donó por primera vez el 17 de diciembre de 2018 en el Hospital Puerta del Hierro y, tras no ser efectiva su donación en un primer momento, volvió a realizarla el 26 y 27 de marzo de este año. Tiempo después, la llamaron para comunicarle que el paciente, en Italia, había aceptado las células y la donación había sido efectiva.

Según relata, el proceso no genera una molestia mayor a la que corresponde a un resfriado y puede salvar una vida. "Si llego a saber que esto es así, me hubiera apuntado nada más cumplir los 18", menciona entre risas. Según relata, "la satisfacción que produce no se puede describir" y es necesario que más gente se implique en ello.

El peligro de los llamamientos personalizados

Además de los falsos mitos alrededor de este tipo de donaciones, el doctor Jorge Gayoso apunta al peligro de los llamamientos personalizados. Según apunta, “no sirve de nada buscar un donante en una campaña masiva dirigida a una persona. Es verdad que genera cierto grado de concienciación, pero también genera mucha ansiedad”.

Estos casos son comunes cuando los pacientes son niños pequeños y aunque la angustia de los padres es comprensible, este tipo de acciones no suponen una ayuda real. “Las familias tienen que ser conscientes de que a día de hoy es muy fácil encontrar un donante a tiempo” y la enfermedad tiene que estar controlada antes de dar ese paso.

Un ejemplo de esto fue el caso de Pablo Ráez, quien ya tenía donante en el momento del inicio de su campaña de concienciación sobre la donación de médula ósea. Estaba enfermo de leucemia y, aunque recibió donaciones, falleció por no estar controlada su enfermedad. Esta campaña sirvió para poner el foco en estas donaciones y un aumento en el registro de donantes, pero una parte de las personas que se han apuntado por esas campañas, no llegan a donar de manera efectiva.

Con acciones como el Plan Nacional de Médula Ósea, se busca aumentar la concienciación en el territorio nacional, pero también se llevan a cabo acciones a nivel regional.

En la Comunidad de Madrid, la responsable del Departamento de Promoción del Centro de Transfusión, Pilar de la Peña, señala que se han puesto en marcha campañas como Equipo Médula para atraer a jóvenes donantes. “Hemos colocado puntos de información en los campus de las facultades, hemos abierto perfiles en redes sociales, campañas de sensibilización en institutos…”, menciona. Así, tal y como afirma, más de 700 estudiantes les han pedido más información este año y han sumado más de 150 registros en puntos de extracción en las facultades.

Charlas informativas, vinilos en taxis y recogidas

Además de esto, la campaña ha recibido el apoyo de peñas de fiestas de municipios como Alcalá de Henares, la Selección Femenina de Fútbol o incluso el colectivo de taxistas. “Fue una iniciativa de Élite Taxi, que vinieron a decir que querían echar una mano y hemos tenido más de 200 taxis de Madrid que han llevado vinilos del Equipo Médula en sus puertas”, detalla De la Peña.

Así, se crea una lista de charlas informativas y extracciones en las que han colaborado cuerpos como la Unidad Militar de Emergencias (UME) y empresas como Ernst & Young (EY). Todo, dentro de una campaña creada para atraer nuevos donantes y “por otro lado, porque somos conscientes de que hay falta de información”, reconoce.

El siguiente paso, ahora, es continuar con la concienciación desde la juventud en lo referido a este tipo de procesos y aumentar el número de puntos para la donación de médula. Por el momento, existen 21 puntos en distintos hospitales de la región, siendo el más reciente el situado en el Hospital del Henares. No obstante, se espera que se incluyan 3 ó 4 más en los próximos meses. Un laborioso y meticuloso trabajo para luchar contra duras enfermedades y poder salvar vidas con un sencillo gesto en cualquier parte del mundo.

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