Cualquiera que pase la cuarentena estoy seguro de que no habrá podido olvidar el entonces llamado crimen de la katana. Ese es el telón de fondo sobre el que Paco Gámez -al que pudimos ver hace muy poco en la Sala de la Princesa con su particular Inquilino, como actor y dramaturgo para concentrarse aquí únicamente en el segundo oficio. Gámez ha construido un drama que ha titulado ‘Katana’ y que puede verse durante unos días en El Ambigú del Pavón Teatro Kamikaze. La pieza merece, por derecho propio, ampliar esa leve estancia y estoy seguro de que va a ser así.
El texto de ‘Katana’, magníficamente construido, ha sido premiado en el VII Certamen Jesús Campos para Textos Teatrales, y Pedro Casas, director del montaje, ha sabido entenderlo a la perfección y, con pocos, pero eficacísimos elemento ha levantado un espectáculo absorbente, hipnotizante, inquietante y oscuro. Sus tres intérpretes, además, Alba Loureiro, Jorge Monje y Mario Sánchez, lo bordan en los diversos personajes a los que los tres se enfrentan.
La escenografía y el vestuario son obra de Mónica Florensa: una sencilla cama en el centro del escenario y un par de pequeños escritorios en ambos extremos con dos portátiles encima, y otras dos pantallas gigantes en el fondo, que sirven tanto para meter en escena al espectador desde minutos antes del comienzo de la representación con diversas citas literarias sobre el miedo, como para reproducir la escritura en directo de un joven dramaturgo, o su conversación por Skipe con el que fuera asesino de la katana.
La obra está basada -como digo-, en hechos reales que tuvieron lugar a principios del milenio en Murcia. Allí, un chaval de dieciséis años, un buen día decidió usar la katana (espada japonesa) que le había regalado su padre para acabar con la vida de toda su familia, sus padres y una hermana. Varios años después el asesino parece haberse olvidado de todo y hasta lleva una vida normal con su mujer y su hijo. Paralelamente un joven dramaturgo entra en contacto con él para conocer detalles del que va a ser el personaje central de su obra, precisamente el asesino de la katana…
La historia, además de estar muy bien escrita y construida y, además, estupendamente contada e interpretada, exige mucho al espectador, que debe permanecer muy atento a cuanto sucede en escena durante la hora y cuarto aproximada de función. Todo, absolutamente todo, es sintomático, pero el espectador no acabará de reconstruir el puzle hasta el último minuto de montaje. Luz, espacio sonoro, audiovisuales y, por encima de todo, el gran trabajo actoral de Alba, Jorge y Mario, hacen de ‘Katana’ una delicia. Sí, pero una delicia inquietante y que remueve. Muy interesante.
‘Katana’
Texto
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Paco Gámez
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Dirección
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Pedro Casas
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Intérpretes
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Alba Loureiro, Jorge Monje y Mario Sánchez
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Escenografía y vestuario
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Mónica Florensa
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Ayudante de escenografía y vestuario
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Elisa Olalla
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Técnico
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Rubén García de Casero
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Producción
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Viejas Promesas (Mario Sánchez y Jorge Monje)
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Producción ejecutiva
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Alicia Merino
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Agradecimientos
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Elsa de Unamuno y Luis Alonso Moreno
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Una producción de Viejas Promesas
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El Pavón Teatro Kamikaze, Madrid
Del 8 al 12 de enero de 2020