La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado en ‘La Sexta’ que “la derogación de la reforma laboral se va a hacer por fases”, comenzando “inmediatamente” por los aspectos más lesivos como puede ser el despido procedente de un trabajador por ausencias justificadas con baja médica.
Todo paso a paso y sin prisas. Díaz se ha mostrado convencida de que el gobierno de coalición que acaba de echar andar, sin mayoría parlamentaria, tendrá cuatro años para cumplir sus metas.
Entre ellas, la promesa de subir el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta llegar al 60% del salario medio al finalizar la legislatura.
Un objetivo enmarcado dentro del diálogo y la negociación con los agentes sociales que empezará en breve.
“Tengo fecha para reunirme con la patronal pero no puedo decirlo”, aseguró. No obstante, matizó que no irán unos delante de otros. “Me voy a reunir con los agentes sociales a la vez y rápidamente”, aseguró.
Díaz se mostró convencida de poder alcanzar “un punto de encuentro entre los agentes sociales para la subida del SMI”. “Parece que la patronal va comprendiendo que el Salario Mínimo no ha tenido un impacto negativo en el mercado laboral”, valoró.“Garamendi reconoce que el núcleo central del trabajo no está afectado por la subida del SMI”, aseguró sobre el presidente de la CEOE.
Pero no es el único reto que la titular de Trabajo se pone por delante. Entre otros también apuntó como objetivos: elaborar el Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI; atajar el desempleo con políticas transversales; reducir al mínimo los contratos temporales -el 92% de los 22,5 millones registrados en 2019 lo eran-; modificar la subcontratación; perseguir los falsos autónomos, y sacar adelante la ley de igualdad retributiva.
Partido Comunista
Sobre las críticas de la derecha a la inclusión de ministros que como ella proceden de las filas de Izquierda Unida, Díaz lamentó que se utilice el término comunista de forma peyorativa.“Me apena que se utilice la etiqueta comunista como insulto”.
“Soy una mujer del siglo XXI, de izquierdas y comprometida con los desfavorecidos”, aseguró. “Es muy triste lo que está habiendo en nuestro país [...] para la derecha Solé Tura, uno de los padres de la Constitución, sería un maldito por ser del PCE”.
“Tengo la sensación de que, aunque avancemos en derechos sociales, la derecha va a criticar por criticar”.
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