El Gobierno y la Generalitat han alcanzado una serie de acuerdos como resultado de la primera reunión de la mesa de diálogo sobre Cataluña que ha tenido lugar en La Moncloa durante tres horas.
Las dos delegaciones valoraron positivamente la reunión en un comunicado conjunto en el que consideraron que esta mesa de diálogo es "un instrumento para vehicular una solución" válido y pactaron los siguientes puntos:
- "La mesa se reunirá mensualmente.
- Las reuniones se celebrarán alternativamente en Madrid y Barcelona, en las sedes oficiales de los gobiernos que se acuerden.
- Los presidentes y vicepresidentes habilitan a partir de este momento un grupo de trabajo integrado por una delegación por cada parte. Los presidentes y
vicepresidentes se incorporarán a la mesa cuando sea necesario ratificar acuerdos políticos, salvo que alguna de las partes decida otra composición.
- Cualquier acuerdo que se adopte en el seno de la mesa se formulará en el marco de la seguridad jurídica".
Valoración de Torra
Tal y como confirmó en rueda de prensa el propio Torra, la siguiente cita tendrá lugar en Barcelona en el mes de marzo. El president de la Generalitat aseguró que la reunión favoreció un "debate honesto y franco por parte de las dos partes" sin límites de temática, pero que también "ha servido para poner de manifiesto la discrepancia".
"Seguimos sin tener una respuesta clara", lamentó Torra en cuanto al derecho de autodeterminación y de amnistía que puso sobre la mesa. "Vamos con retraso para resolver [el conflicto catalán] desde el punto de vista democrático", insistió al tiempo que confirmó haber propuesto, de nuevo, la figura de "un mediador que ayude a no poner distorsiones en el debate" y el "reconocimiento del exilio y de la prisión" en relación a la ausencia de dirigentes como Carles Puigdemont u Oriol Junqueras.
No obstante, dejó la puerta abierta al acercamiento. "No nos levantaremos de la mesa", aseguró en varias ocasiones. También celebró las propuestas del Gobierno de cara a Cataluña si bien consideró que se trata de "temas sectoriales que son muy importantes" pero que deben abordarse en otro ámbito. Torra aclaró que pactaron poner en marcha la comisión bilateral próximamente para poner en marcha estas cuestiones.
Asimismo, desligó el discurrir de la mesa de diálogo con otras cuestiones como la votación de la senda de estabilidad y el objetivo de déficit que llega este jueves al Congreso de los Diputados abriendo la puerta a facilitar la estabilidad parlamentaria por ahora. Torra abogó por "aislarla de cualquier hecho como puden ser los Presupuestos o las elecciones catalanas".
"Lo importante de la reunión de hoy era la reunión de hoy", concedió. "A partir de ahí comienza un camino", valoró.
Valoración del Gobierno
Por su parte, la ministra de Hacienda y portavoz del ejecutivo, María Jesús Montero, destacó que con esta reunión se pone fin a una era de "confrontación y reproche" para dar paso a un "nuevo clima desde la sinceridad y la responsabilidad" de cada una de las partes.
"Somos conscientes de las diferencias que nos separan, pero es una negociación compleja y no esperamos frutos en el corto plazo", admitió.
Montero defendió que esta nueva etapa debe estar marcada por la "agenda del reencuentro" para que permita "alcanzar mejoras reales para los ciudadanos". La ministra insistió en la necesidad de normalizar la relación entre el Estado y Cataluña. "La opción de no hacer nada ya se probó y fue contraproducente", lamentó en relación al auge del movimiento independentista de los últimos años.
Abogó por crear un "clima de convivencia entre catalanes y entre Cataluña y el resto de España". "Hay que buscar fórmulas imaginativas para avanzar en la superación del conflicto político", anheló como objetivo.
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