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La nueva normalidad: ¿estás preparado para volver?
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(Foto: Pixabay)

La nueva normalidad: ¿estás preparado para volver?

viernes 05 de junio de 2020, 10:27h

Han pasado más de 2 meses, desde que se decretó el Estado de Alarma y vimos afectada nuestra vida de un momento a otro; nuestros hijos dejaron de ir al colegio, nosotros dejamos de acudir presencialmente a nuestros trabajos, a nuestro alrededor la gente perdía su trabajo y a familiares, no podíamos compartir momentos con nuestras familias y amigos, y de pronto, sentíamos que nuestra libertad estaba siendo restringida por un bien mayor, protegernos de un virus desconocido y letal.

Esta nueva y desconocida situación para casi todos, provocó que las personas que anteriormente padecían ansiedad o algún tipo de problemática psicológica, se intensificasen, y aquellos que nunca lo habían padecido, comprobasen lo que era. La ansiedad, el estrés y el miedo, han sido los factores predominantes en la población general. La incertidumbre, el no poder manejar la situación, y la pérdida de familiares o amigos, han empeorado la salud mental de gran parte de la población.

Mucho hablábamos al principio de querer volver a la normalidad, volver a salir, a reunirnos, pero ahora que se acerca el momento, observamos como el miedo se ha apoderado de nosotros y nos impide volver a vivir eso que tanto hemos anhelado. Los planes, horarios y rutinas que antes nos parecían normales, ahora nos hacen sentir raros, no estamos seguros de querer salir a la calle, pasear por las calles como hacíamos antes o compartir espacios abiertos con más gente. Estamos intentando esforzarnos por recuperar una normalidad, llamada nueva normalidad, que aún a día de hoy a muchos, les parece imposible.

¿Cómo podemos enfrentarnos a esta nueva vida?

Tenemos que empezar por aceptar, que efectivamente la normalidad, no va a ser exactamente igual que antes, a todos nos ha cambiado un aspecto de nuestra vida. Unos han pasado la enfermedad sin enterarse, y otros lo han pasado realmente mal. Algunos han perdido a un familiar o a varios y otros no aprecian la realidad de lo que ha ocurrido en los hospitales. Pero todos, hemos vivido el caos y el miedo, y nuestras prioridades, se han visto de alguna manera modificadas.

Tenemos que volver a empezar a andar, despacito, siendo conscientes de lo que podemos controlar nosotros y lo que no está en nuestra mano. Si yo asumo cuales son mis responsabilidades y me centro en lo que puedo hacer yo, por mi y por los demás, estaré más tranquila en lugar de intentar controlar lo que no está en mi poder, que me genera ansiedad.

Las rutinas, no pueden recuperarse de golpe, es un proceso de adaptación, tenemos que ir empezando las actividades, poco a poco, de manera gradual, comprobando que todo puede volver a suceder como antes lo hacía.

Lo ideal sería realizar una lista de objetivos que queremos cumplir a medio largo plazo, por ejemplo, quiero poder salir con mi familia a comer fuera, pero nos da mucho miedo. Lo primero que podemos hacer, es salir, a la puerta de casa, y estar fuera unos 5 o 10 minutos, cuando volvemos a casa, comprobamos que no ha pasado nada, y de esta manera aumentamos el tiempo que estamos fuera, y el paseo que damos de manera gradual. Llegaría un momento en el que nos acercaríamos a la terraza donde queremos comer, y estaríamos unos minutos, volvemos a comprobar que todo está bien y que no sucede nada, y siguiendo los mismos pasos, hasta que logremos el objetivo final.

Esta manera de trabajar, parece lenta y costosa, pero resulta realmente efectiva, puesto que es la persona de manera individual quien elige cómo son sus objetivos y cuando los modifica, sin nadie que le presione para ello. Además, resulta muy motivante y genera mucha satisfacción en cada uno de ellos, el hecho de comprobar que pueden cumplir sus objetivos, que están capacitados para ello y que no están paralizados, están luchando contra su miedo.

Por otra parte, tenemos que ser flexibles, entender lo que ha pasado y adaptarnos a ello. No podemos olvidar el por qué de las acciones que realizamos, por qué tenemos que ir con mascarilla, por qué no podemos ser más de 10 personas, etc. centrarnos en que esto es algo temporal y que el hecho de avanzar supone que las cosas están mejorando.

Por último, tenemos que pararnos a pensar la situación que ha vivido cada uno, no todos lo hemos sentido de la misma manera, ni lo hemos afrontado igual o nos ha afectado lo mismo. tenemos que reconocer qué es lo que ha causado en nosotros esta situación, qué podemos ver cómo algo positivo, y respetar nuestras emociones, así como las de la persona que tenemos al lado. Cada persona, con su experiencia y sus vivencias anteriores, tiene un mundo emocional distinto y todos, son igualmente válidos, porque todas las reacciones son normales, ante una situación anormal.

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