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El 'alumbrao' da comienzo a la Feria de Sevilla

El 'alumbrao' da comienzo a la Feria de Sevilla

martes 08 de abril de 2008, 11:35h
La 161 edición de la popular Feria de Abril de Sevilla arrancó esta medianoche (22:00 GMT) con el encendido, en la clásica "prueba del alumbrao", de las 367.000 bombillas que durante toda la semana iluminarán el recinto y con el temor a la amenaza de lluvia.
Los sevillanos han ultimado los preparativos antes de que esta noche se dé el pistoletazo de salida a la Feria de 2008, que ocupa en total un recinto de 1.200.000 metros cuadrados y comienza oficialmente con la tradicional cena del "pescaíto" (frito) en sus 1.047 casetas.

El riesgo de lluvia para los tres primeros días que, junto al viento, puede deslucir el Real -como se conoce al recinto- y sobre todo sus farolillos, es el principal tema de conversación entre los ciudadanos, ya mentalizados para un inicio de fiesta "pasado por agua".

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, visitó hoy los dispositivos municipales habilitados para la Feria y dio la bienvenida a la fiesta con un mensaje en el que también aconsejó un "moderado consumo de alcohol".

Pese a que la lluvia deslucirá las primeras jornadas del evento, los ciudadanos deben "ocuparse de divertirse" sin preocupaciones, porque "miles de personas, durante los últimos meses y días, vienen trabajando muy duramente desde los servicios municipales y públicos" para que todo salga bien, dijo el alcalde.

A medianoche, el encendido de las 367.000 bombillas que llenarán de luz el Real y su portada, con otras 25.000, dedicada este año al Costurero de la Reina, un edificio tradicional situado en uno de los parques de la ciudad, dará paso a toda una semana de diversión, fiesta y convivencia.

Previamente, miles de sevillanos y de visitantes se darán cita en la llamada "cena del pescaíto", reunidos en las casetas para comer pescado frito antes de ver el alumbrado y para disfrutar de las bebidas más típicas de la Feria: el fino, la manzanilla y el "rebujito", una mezcla de la manzanilla con refresco gaseoso.

Con sus más de 1.000 casetas, en su mayoría familiares (526), de peñas (190) o de entidades (311), y distribuidas en quince calles con nombres de toreros ilustres, la Feria formará hasta el próximo domingo una pequeña ciudad efímera y autónoma, con todos los servicios públicos y una demanda eléctrica equivalente a la de un municipio de más de 40.000 habitantes.

A partir del martes se podrá disfrutar del paseo de caballos, que el Ayuntamiento ha tenido que regular para que los carruajes no colapsen el recinto.

Cada día sólo podrán acceder al recinto 700 de los 1.400 coches de caballo con permiso, que rotarán según tengan matrícula par o impar.

Como novedades, este año se adelanta el apagado de la iluminación del recinto a las 2.30 horas de la madrugada, en vez de a las 3.00, como medida de eficiencia energética y para adelantar los servicios municipales de limpieza que prevén retirar una media de 150 toneladas de residuos al día.

Otras medidas pioneras son un taller dedicado a pequeños arreglos de emergencia de los típicos trajes de flamenca, -gratuito y que pondrá en marcha una empresa local en un módulo cedido por el Ayuntamiento-, o el reparto de 10.000 pulseras identificativas para niños, con la idea de facilitar la localización de sus padres en caso de pérdida.

Las sevillanas, junto a las rumbas y otros palos flamencos, constituirán un año más la banda sonora de esta Feria, que nació en 1846 como un mercado agropecuario.
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