En el ecuador

Como siempre, promesas mil y unas, repentinas preocupaciones por las carencias que tienen algunos barrios de las respectivas ciudades, de los que los alcaldes-candidatos no se acordaron antes y los candidatos-no alcaldes tampoco, planes que harían de todas las ciudades el lugar soñado (el último uno firmado hoy por la Diputación de Sevilla para ampliar la red de instalaciones deportivas hasta el 2010), presencia de candidatos en actos de consejeros del Gobierno andaluz…

Uno de estos últimos casos lo ha protagonizado Paulino Plata, ex consejero de Turismo y candidato a la Alcaldía de Marbella, hasta el punto de provocar denuncias ante la Junta Electoral, que ha terminado prohibiendo esta práctica que ya él mismo había llevado a cabo en el periodo en que compartió la Consejería con su nombramiento oficial como aspirante al sillón de mando marbellí.

Por cierto que esta es, sin duda, la ciudad que mayor incógnita arroja por el momento sobre sus resultados electorales, ya que el vuelco que sufran los dos grandes partidos, PSOE y PP, con respecto a las últimas Municipales, las de 2003, cuando el GIL obtuvo 15 concejales (mayoría absoluta) mientras ellos tenían que conformarse con 5 y 4, respectivamente, y los otros tres se los llevaba el Partido Andalucista. Algunas encuestas manejadas por el PP dicen que les dan a ellos la mayoría absoluta, pero la verdad es que la pelota parece más bien en el tejado.

Mientras, en la capital los sondeos apuntan que Francisco de la Torre no sólo va a conservar la mayoría absoluta (17 de de 31), sino que podría aumentarla agregando un concejal a su grupo, y algo parecido se augura para la capital granadina, donde José Torres Hurtado ha estado gobernando con 14 concejales de 27 y dicen las encuestas que los próximos cuatro años podría hacerlo con uno o dos más, abriendo el abanico de su mayoría.

Lo mismo parece esperarse en Cádiz y Huelva, donde nada parece apuntar que vaya a haber cambio de color en sus gobiernos municipales, con Teófila Martínez y Pedro Rodríguez (Perico Rodri como viejo compañero de lides periodísticas) al frente de sus respectivos grupos populares, pero no está la cosa tan clara para el también alcalde popular de Jaén, una ciudad y provincia (“feudo” de Gaspar Zarrías) en la que los socialistas se han venido volcando de manera considerable desde hace tiempo en un intento serio de hacerse con el gobierno municipal de la capital jiennense.

Aunque en el primero de los casos, el candidato socialista a la Alcaldía, Rafael Román, no ha dudado en presentar un ambicioso proyecto para la ampliación del puerto gaditano que incluiría la creación de unos cuatro mil puestos de trabajo, un ofrecimiento que en las actuales circunstancias de la Bahía podría “enganchar” a muchos… si creen en la viabilidad y decisión del mismo.

En Jerez de la Frontera, donde la cosa no anda tampoco nada clara, con un Pedro Pacheco muy lejos de la popularidad que le llevó al gobierno con mayoría absoluta (razón por la que quizás ha decidido decir ahora que tiene un plan industrial para la ciudad) pero que sin duda puede volver a ser “llave” de gobierno, no se sabe si con la candidata socialista, Pilar Sánchez (que se ha mostrado dispuesta a un debate con sus oponentes), o con la popular María José García-Pelayo, a la que podrían pasar factura sus anteriores alianzas.

Quedan por ahí rezagadas Córdoba y Almería. La primera de ellas con Rosa Aguilar, máxima personalidad de Izquierda Unida para seguir gobernando una ciudad cuya mayoría de vecinos, sean del color político que sean, dicen que lo está haciendo bastante bien pero donde algunos responsables del PP aseguran que las encuestas que manejan les dan resultados como para ser optimistas. Y la segunda… parece que en Almería alguien en el mismo partido no entendió bien qué significaba exactamente lo de “divide y vencerás” y en vez de intentar dividir al enemigo decidieron dividirse entre ellos, con la creación de nuevos partidos (sobre todo a raíz de que el suyo los dejara sin cargos públicos) y aunque hasta ahora han logrado gobernar en coalición con sus viejos camaradas nadie se atreve a un pronóstico esta vez.

…Y Sevilla, como decía Machado. Una ciudad en la que casi permanentemente oyes quejas de su alcalde y candidato a la reelección, Alfredo Sánchez Monteseirín, y mira por donde, salvo una primera encuesta que apuntaba a la posibilidad de un cambio de gobierno a favor de PP-PA (el actual es PSOE-IU) las posteriores no sólo no indican tal cosa sino que apuntan a un crecimiento en el número de concejales socialistas que les permitirá seguir gobernador con Izquierda Unida.

Por cierto, que fue en esta ciudad (“Sevilla tuvo que ser…”) la que registró una de las principales y escasas novedades de esta campaña, la de las acusaciones de plagio de ideas lanzadas por al alcalde al aspirante popular, Juan Ignacio Zoido, que se han multiplicado en otras muchas ciudades andaluzas, sin ir más lejos Málaga, por ejemplo, donde ayer mismo la aspirante socialista, Marisa Bustinduy, las lanzaba al alcelde, el popular Francisco de la Torre.

Pero lo único de verdad cierto es que cuando llegamos al ecuador de la campaña nada parece haber cambiado. O lo que es igual, los mítines mueven cada vez menos voluntades, no se sabe si por falta de imaginación de los protagonistas o porque el ciudadano cada vez cree menos en sus promesas.