Elpresidente venezolano trató de interrumpir a Zapatero cuando éste trataba de exigirle que mostrara más respeto hacia los dirigentes del resto de países: "hay que referirse a los demás con respeto, esa es la forma que trato de practicar, y la que me gusta que practique todo el mundo, sobre todo entre países buenos amigos como España y Venezuela".
En ese momento, Don Juan Carlos interrumpió las protestas de Chávez y le dijo con enfado: "¿Por qué no te callas?". Posteriormente, el Rey se levantó de su asiento mientras intervenía el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a quien la presidenta chilena, Michelle Bachelet, dio la palabra con la condición de que ajustara su intervención a los tres minutos y de que no entrara a replicar.
Fuentes oficiales explicaron que el Rey convino con Zapatero en ausentarse para demostrar el "disgusto" de la delegación española con los ataques que estaba recibiendo España.
Al término de la clausura, el presidente español dijo a los periodistas presentes que esperaba que fuera "la última vez" que Chávez hablaba así en una Cumbre Iberoamericana, unas palabras que calificó de "absolutamente inapropiado y no aceptable".
Por otro lado, Zapatero también defendió ante el dirigente venezolano los empresarios españoles, de los que aseguró que "han hecho un gran esfuerzo inversor en latinoamerica". Así, afirmó que, aunque es imposible evitar "algunas situaciones de choques de intereses". "Nuestras empresas están aquí para quedarse y para favorecer el crecimiento economico y social, y deben cumplir su compromiso con la responsabilidad social", señaló.
Fue en el comienzo de la Cumbre en Chile cuando tuvieron lugar las primeras declaraciones polémicas del presidente venezolano. Chávez, que ha defendido el sistema socialista para Venezuela, arremetió contra EE.UU., empresarios españoles y Aznar, al que tachó de "auténtico fascista".
Así, el mandatario venezolano se convirtió en el verdadero protagonista de la cumbre, aunque, una vez más, no por sus acciones positivas hacia el resto de participantes.
Notas positivas
Por otro lado, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha destacado este sábado en la rueda de prensa previa a la clausura del encuentro, que el momento más importante de la cumbre para él ha sido su reunión en un 'retiro' con la presidenta chilena y anfitriona del evento, Michelle Bachelet.
Según explicó Rodríguez Zapatero, en este encuentro hubo "un debate muy intenso en el retiro sobre cuál es la situación que vive iberoamerica, sobre las posibilidades de ese avance del crecimiento económico y de la mejora de las cuentas públicas, que permitirían dar ese salto social para extender la educación, la salud, en definitiva, el bienestar social".
Asimismo, el presidente español resumió la participación española en la cumbre en tres puntos: la dotación a la zona para Educación, la creación de un fondo para facilitar el acceso a agua potable a 4 millones de latinoamericanos, y la creación de una base operativa de respuesta inmediata ante catástrofes.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha resaltado que "hemos pasado de cumbres declarativas a cumbres operativas" haciendo referencia a los compromisos a los que se han llegado en esta cumbre, que, no obstante, han quedado en un segundo plano.
Zapatero, por un lado había anunciado la creación en Panamá de una base fija para abordar posibles emergencias en centroamérica y por otro se ha comprometido a destinar un mínimo de 1.500 millones para mejorar el acceso al agua potable.
Moratinos también ha resaltado, en declaraciones a la SER, el papel del Rey, por tratarse del único mandatario que no ha faltado a ninguna cumbre desde 1991. Además ha destacado las palabras del Rey quien ha asegurado que la 'cohesión social', tema central de la cumbre, "es el mejor camino para acabar con la desigualdad".
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