El Gobierno tiene prácticamente asumido que, una vez más
, Zapatero escuchará pitos, abucheos y puede que hasta insultos de personas que asisten al desfile y se sientan cerca de la tribuna central, que compartirá con
Don Juan Carlos. Pero lo que no quiere es que ese clima, del que culpa al PP, vaya este año más allá y se produzcan incidentes mayores o incluso enfrentamientos entre militantes del PP y del PSOE.
De ahí que el Ministerio de Defensa, que es el encargado de enviar las invitaciones oficiales que luego se distribuyen entre múltiples organismos, haya pedido en el texto que las acompañan que se "
guarde el respeto debido". Un texto en el que también se solicita a los espectadores que igualmente
"guarden compostura, tanto en la etiqueta como en el comportamiento", a los asistentes a esta parada militar de Madrid con motivo del día de la Fiesta Nacional.
Serán alrededor de 10.000 las personas que ocupen las diversas tribunas que jalonan el recorrido militar, entre las madrileñas plazas de Cibeles a la de Emilio Castelar. De ellas, alrededor de 2.000 estarán dentro de la llamada 'almendra central', situada en la plaza de Colón, y que es donde se situarán las autoridades, encabezadas por los Reyes.
José Antonio Alonso, desde su Ministerio, pide que no se estropee la celebración por tentaciones partidistas.Y por ello en el texto también se recuerda a los destinatarios de las invitaciones que se trata de
"un acto institucional, ante el que hay que guardar el respeto debido". En términos de etiqueta, los militares que acudan como público deben vestir uniforme de gala.
La parada militar, al margen de los gastos estrictamente de las Fuerzas Armadas, está organizada por varias empresas privadas y tiene un coste que supera el medio millón de euros, según la resolución publicada en el BOE. Además de la colocación de las tribunas, se van a repartir 10.000 banderas españolas, es decir a una por persona asistente.
Enfrentamientos por la bandera en la Autónoma
En este clima caliente ya este jueves fue necesaria la presencia de la Policía Nacional, que se interpusieron entre dos grupos de estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), de unas 40 personas cada uno, que se enfrentaron verbalmente en sendos actos a favor y en contra de la bandera española.
No se produjeron detenciones, ni los agentes tuvieron que intervenir, pero uno de los jóvenes recibió dos puñetazos tras algunos momentos de tensión, debido a que uno de los estudiantes grabó con un móvil la concentración de los antisistema, quienes, a su vez, profirieron insultos y llamaron "fascistas" a sus contrarios.
Según relató a Europa Press el presidente de la asociación Jóvenes por la Acción social y Política, Antonio Meirás, ellos habían convocado un acto de homenaje a la bandera española desde hace varios días y para ello habían lanzado octavillas y puesto carteles, pero ayer detectaron que, desde páginas de Internet de grupos antisistemas, "estudiante independientes" llamaban a un acto de respuesta.
"Por esta razón, hablamos con el Decanato, para que incrementaran la seguridad, y nos pidieron que no hiciéramos el acto dentro del campus. Queríamos hacerlo en el mástil que hay allí, pero nos fuimos a un terreno alejado, leímos un comunicado y anudamos una bandera a un árbol", relató.
En ese momento llegaron "estos personajes para boicotear el acto, nos llamaron fascistas y terroristas y nos decían 'Recordad Paracuellos'. Nos empezamos a poner nerviosos, algunas chicas comenzaron a llorar, así que nos fuimos a nuestro local de la Facultad", relató el portavoz estudiantil.
Sin embargo, el grupo de antisistemas se concentró en el hall de la Facultad de Derecho. Mientras lo hacían, uno de los jóvenes que acompañaba a los manifestantes a favor de la bandera nacional, grabó con un móvil a los antisistemas. Al verlo, éstos se "fueron a por él" y comenzaron a increparles.
"Más de 30 personas se concentraron frente a nuestra sede y uno de mis compañeros, Juan Gómez, de 20 años, recibió dos puñetazos, y a mí me tiraron colillas encendidas a la cara", manifestó Meirás, quien añadió que incluso la vicedecana de Estudiantes de la Facultad de Derecho, Susana Sánchez, recibió empujones.
Finalmente, tras lograr aplacar los ánimos, dos de los jóvenes antisistema entraron al local de JASP y éstos se comprometieron a borrar el video. "Estaba llegando la Policía y se disolvieron contra su voluntad", afirmó Meirás.
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