La reunión fue al más alto nivel, y también estuvieron presentes el conseller de Economía y Finanzas, Antoni Castells, y el vicepresidente económico, Pedro Solbes, además del secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, y el secretario general de la Conselleria de Economía y Finanzas, Martí Carnicer.
Del largo encuentro, que empezó a mediodía y concluyó sobre las 17.30 horas, ha trascendido que sirvió para abordar "a fondo" cómo tiene que ser el nuevo modelo de financiación, pero no se entró a valorar las cuantías que percibirá la Generalitat a partir del 2009, que se desprenderían del acuerdo.
Así, ambos ejecutivos proseguirán con los contactos y la negociación durante la próxima semana, ya que, pese a los acercamientos de este sábado, en "cuestiones importantes" siguen existiendo "distancias significativas", informaron desde el Govern.
Durante los últimos días, tanto Generalitat como Gobierno central han insistido en afirmar que el acuerdo político llegará próximamente, puesto que el Estatut asegura que el nuevo modelo tendría que entrar en vigor el próximo 1 de enero. Ello supone que aún quedan once días para que los equipos económicos de ambas administraciones sigan negociando.
El Estatut establecía que el acuerdo sobre la financiación autonómica catalana tendría que haberse producido dos años después de su entrada en vigor, esto es, el pasado 9 de agosto, algo que no ocurrió.
Por este incumplimiento, el grupo de ICV en el Congreso solicitó la comparecencia de José Luis Rodríguez Zapatero en la Cámara Baja para informar de la situación, aunque luego la retiró después de que el presidente de los ecosocialistas, Joan Saura, alcanzase un acuerdo con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, según el cual el pacto entre Generalitat y Estado sobre financiación llegaría antes de mediados de noviembre, algo que tampoco se produjo.
Durante los últimos días, se han registrado muchas especulaciones sobre la posibilidad de que durante el fin de semana se celebrase una reunión al más alto nivel para acercar posturas en financiación autonómica. Finalmente, el encuentro no ha sido confirmado oficialmente por la Generalitat hasta que ha terminado.
Reacciones al encuentro
Durante la jornada, diferentes líderes políticos de Cataluña se refirieron a este tema. El secretario general de ERC, Joan Ridao, advirtió que su partido no aceptará ningún acuerdo de principios sobre el nuevo modelo de financiación entre la Generalitat y el Estado, y mucho menos si se produce "por la vía rápida y la puerta de atrás". "Más vale un desacuerdo que un mal acuerdo", sentenció, en un comunicado.
Desde las filas de CiU, Artur Mas criticó el "lamentable seguidismo" hacia el PSOE por parte del presidente de la Generalitat, lo que a su juicio deja los intereses de Cataluña bajo el "capricho" del presidente del Gobierno. Mas también pronosticó que se incumplirá el Estatut, puesto que el acuerdo será generalizable al resto de comunidades autónomas de régimen común, esto es "café para todos" según el dirigente nacionalista.
Finalmente, el alcalde de Barcelona Jordi Hereu se volvió a mostrar convencido de que habrá un acuerdo entre el Estado y la Generalitat antes del 31 de diciembre, y que también repercutirá las finanzas de los entes locales.
Desde las filas del PP, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera dijo que este encuentro entre Zapatero y Montilla "abre el camino al privilegio" de Cataluña en relación al resto de autonomías y advirtió de que el Ejecutivo que preside "estará muy atento" y "no lo va a permitir".
Cita con Chaves
Zapatero, y el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, mantuvieron también el sábado una reunión en Madrid en la que han abordaron la financiación autonómica y la 'deuda histórica', recogida en la Disposición Adicional Segunda del Estatuto de Autonomía andaluz.
Fuentes idel Gobierno indicaron que en el encuentro se puso de manifiesto una "gran sintonía" entre las posiciones de Rodríguez Zapatero y Manuel Chaves.
La Junta de Andalucía siempre ha mantenido la necesidad de que antes de suscribirse el acuerdo sobre el nuevo modelo de financiación autonómica quedara cerrado con el Gobierno central el asunto de la cuantificación de la 'deuda histórica'.
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